Los comedores sociales de Vigo, Comedor Virgen de Lourdes (perteneciente a las Misioneras del Silencio) y Comedor de la Esperanza (perteneciente a la Casa Caridad de Vigo-Hogar San José), ante el inicio de la desescalada progresiva, queremos acercarnos a cada persona de buena voluntad.
Estos dos comedores realizan su labor como comedor social
desde hace años en la ciudad, sirviendo comidas a toda persona en riesgo de
exclusión. Cuando se decretó el estado de alarma en el país, día 14 de marzo,
los dos comedores adecuaron su servicio a la nueva realidad y pasaron a
entregar bolsas de comida a las personas que acudían a dichos comedores.
Desde ese mismo momento se lanzaron campañas conjuntas de
recogida de tuppers, alimentos no perecederos, conservas, etc. que pudieran
ayudar a cubrir las necesidades que se preveían tener y que, dado el carácter
benéfico de las obras, no serían capaces de cubrir con los fondos propios.
Inmediatamente la ciudadanía y las empresas de la Provincia empezaron a
realizar donaciones que han permitido, hasta el día de hoy, atender a estas
personas.
Desde el día 20 de marzo dicha entrega se realiza en
coordinación con el Concello de Vigo, que es quien pasa a tener las
competencias en esta materia social.
A pesar de que desde el primer día no ha dejado de crecer el
número de personas a las que servir menús, “la generosidad de particulares y
empresas ha conseguido que podamos atender diariamente a 150 personas en el
Comedor de la Misión del Silencio y 220 en el Comedor de la Casa Caridad, sin
contar las personas que se atienden con un cáterin directamente desde el
Concello. A día de hoy, 5 de mayo, estos dos comedores hemos realizado cerca de
20.000 menús”, estiman.
Asimismo ambas instituciones ha contado con la colaboración
de un grupo de sacerdotes, consagrados y consagradas que prestaban su ayuda en
la realización de las bolsas de los menús. “Sin ellos no podríamos tener a
tiempo preparado todo los necesario para entregar a las personas que lo
reparten puerta a puerta”, dicen en su comunicado. Y de Cáritas Diocesana, Parroquias y empresas
que se han convertido en intermediarios y puntos de recogida de las donaciones
de particulares y que puntualmente llegan a nuestros Centros.
“No nos olvidamos de los trabajadores
de cocina y otros servicios en los dos Centros que, día a día, haciendo un gran
esfuerzo pues nunca nos habíamos encontrado con tanta cantidad de personas,
tienen la comida preparada para poder meter en los tuppers y embolsarlas,
buscan donantes y atienden a todos los que traen su granito de arena”.
“Queremos agradecer de corazón a todas las personas,
empresas, a todos aquellos a los que el COVID-19 nos ha unido en una misma
misión: atender a las personas en riesgo de exclusión, su ayuda material,
económica, sus ánimos para seguir luchando. Esta situación ha destapado la
generosidad de la ciudad y la Provincia en bien de los que más lo necesitan y eso es muy bueno para
avanzar en la recuperación necesaria”, señalan en su comunicado.