La Fundación Músicos por la Salud ha presentado su memoria anual, revelando cifras impactantes sobre el alcance y el impacto de su labor. En 2023, la fundación llevó a cabo 1.433 microconciertos en hospitales y centros sociosanitarios de todo el país, llegando a más de 32.000 personas.
Un bálsamo para el alma
La música, más allá de ser una forma de entretenimiento, se ha revelado como una poderosa herramienta terapéutica. Los microconciertos de la Fundación Músicos por la Salud han demostrado tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de los pacientes, especialmente en aquellos que se enfrentan a enfermedades crónicas o situaciones de vulnerabilidad.
Beneficios comprobados
Numerosos estudios científicos respaldan los beneficios de la música en la salud. Los microconciertos de la Fundación han contribuido a:
- Reducir el estrés y la ansiedad: La música actúa como un relajante natural, disminuyendo los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
- Aliviar el dolor: Las melodías pueden distraer la atención del dolor y generar sensaciones de bienestar.
- Mejorar el estado de ánimo: La música evoca emociones positivas y puede ayudar a combatir la depresión.
- Facilitar la comunicación: En personas con dificultades comunicativas, como aquellas con demencia, la música puede estimular recuerdos y facilitar la interacción social.
- Aumentar la calidad del sueño: La música relajante puede favorecer la conciliación del sueño y mejorar su calidad.
Un futuro prometedor
La Fundación Músicos por la Salud continúa trabajando para expandir su alcance y consolidar la música como una herramienta terapéutica fundamental en el ámbito sanitario. Gracias al apoyo de instituciones, empresas y donantes, la fundación puede seguir llevando la música a hospitales, residencias y centros sociosanitarios, mejorando la calidad de vida de miles de personas.
