La creciente esperanza de vida ha traído consigo un aumento de las enfermedades crónicas, lo que plantea un desafío para los sistemas sanitarios. Para abordar esta problemática, Otsuka Pharmaceutical, en colaboración con las consejerías de salud de Asturias, Galicia y País Vasco, ha organizado una reunión en Oviedo para compartir experiencias y buscar soluciones conjuntas.
Expertos en farmacia de las tres comunidades autónomas han coincidido en la necesidad de adaptar la atención sanitaria a las necesidades de los pacientes con múltiples enfermedades crónicas. Montserrat Bango, directora general de Política y Planificación Sanitarias de Asturias, ha destacado la importancia de estratificar a los pacientes por grupos de morbilidad para ofrecer una atención más personalizada.
Colaboración entre centros de salud y farmacias: la clave para una mejor atención
En Asturias, iniciativas como 'Solupharmas' y 'Dormir sin pastillas' demuestran la eficacia de la colaboración entre centros de salud y farmacias. Estos proyectos han permitido resolver miles de consultas y mejorar la salud de los pacientes.
Por su parte, Galicia ha implementado un programa de mejora de la calidad en la atención al paciente crónico, que incluye la conciliación de la medicación y el seguimiento farmacoterapéutico. Silvia Reboredo, subdirectora general de Farmacia de Galicia, ha subrayado la importancia de la continuidad asistencial y la colaboración entre los diferentes niveles asistenciales.
En Euskadi, Jon Iñaki Betolaza, director de Farmacia, ha destacado la necesidad de integrar la farmacia en el sistema sanitario y de fomentar la colaboración con las oficinas de farmacia para mejorar la atención a los pacientes crónicos.
El papel de la industria farmacéutica
Otsuka Pharmaceutical, como empresa comprometida con la salud, ha mostrado su apoyo a iniciativas que fomenten la integración de la farmacia en el sistema sanitario y promuevan una atención más segura y eficiente para los pacientes.
En conclusión, la cronicidad es un desafío complejo que requiere de una respuesta coordinada y multidisciplinar. La colaboración entre administraciones, profesionales sanitarios y la industria farmacéutica es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes con múltiples enfermedades crónicas.