Con motivo del 30 aniversario del centro de I+D de Tres Cantos, GSK ha organizado una jornada científica y ha abierto las puertas de sus instalaciones. Este centro, único privado en España dedicado a la investigación de enfermedades de países en desarrollo, se ha convertido con el tiempo en referente mundial en la búsqueda de nuevos tratamientos frente a la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas endémicas que cada año causan millones de muertes en el mundo. Los laboratorios de Tres Cantos han abierto sus puertas por primera vez desde la pandemia para los medios de comunicación, que han podido comprobar in situ cómo funciona un laboratorio de investigación de nivel 3 (BSL3), de alta contención biológica, donde se trabaja con agentes biológicos capaces de provocar infecciones graves y potencialmente letales. La visita guiada ha estado precedida por la sesión científica “Pasado, presente y futuro de la investigación en Salud Global en España: colaboración e innovación”, que ha sido inaugurada por la presidenta de GSK en España, Cristina Henríquez de Luna.
Debido al aumento del riesgo de pandemias sanitarias, la alteración del equilibrio de los ecosistemas y los efectos amplificadores del cambio climático, trabajar por la Salud Global se ha convertido actualmente en un objetivo más relevante que nunca. Sin embargo, no todas las regiones avanzan al mismo ritmo: mientras que las vacunas, los antibióticos o los adelantos quirúrgicos han hecho crecer la esperanza de vida en los países desarrollados por encima de los 80 años (en España la media es de 83,2 años), en otras zonas, como en el continente africano y algunas regiones de Latinoamérica, no se superan los 651. En el origen de este desequilibrio se encuentran como uno de las factores de más alto impacto las enfermedades infecciosas endémicas frecuentes en los países más pobres, como la malaria, que acaba con la vida de más de medio millón de personas al año2, la Leishmaniasis, que afecta a cerca de un millón3, o la tuberculosis, considerada la enfermedad infecciosa más mortífera por detrás de la COVID-194.
El centro de I+D de Tres Cantos, que se inauguró de manera oficial en 1992, está focalizado en las “enfermedades olvidadas”, que hacen referencia al conjunto de enfermedades infecciosas que afectan principalmente a las poblaciones con las rentas más bajas y con un limitado acceso a los sistemas sanitarios. “Como compañía farmacéutica guiada por la ciencia y la innovación responsable, en GSK hace ahora 30 años vimos claro que, si queríamos adelantarnos a la enfermedad y contribuir a la Salud Global, debíamos invertir esfuerzo y recursos en hacer frente a enfermedades como la malaria, la tuberculosis u otras causadas por otros parásitos, como Chagas o Leishmaniasis”, ha explicado David Barros, director del centro de I+D de Salud Global de GSK España.
Además de repasar los hitos y avances de las últimas tres décadas, Barros ha confirmado, tal y como se había anunciado en la reunión de Kigali organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en junio de este año, que GSK invertirá más de 1.200 millones de euros durante los próximos diez años en la búsqueda de nuevos tratamientos y vacunas para combatir enfermedades infecciosas que afectan a la Salud Global. “El descubrimiento de nuevos fármacos que nos lleven a unas terapias más efectivas, de corta duración y sin efectos adversos es una tarea ardua que requiere de un esfuerzo colectivo, para que aquellos pacientes que más necesitan de nuevas soluciones tengan acceso a una mejora de su calidad y expectativa de vida”, ha explicado. “Porque sólo innovando y compartiendo conocimientos desde todos los rincones del mundo podremos hacer frente a las mayores amenazas para nuestra salud. La salud de todo el planeta”.
La investigación de nuevos tratamientos frente a la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades “desatendidas”, frecuentes en países en vías de desarrollo, ha marcado en este tiempo el compromiso de la compañía con la Salud Global.
Para el Dr. Quique Bassat, profesor ICREA de investigación y responsable del programa de malaria en ISGlobal, el problema radica en que existe una desconexión substancial entre la investigación realizada en enfermedades asociadas a la pobreza, y la carga real e impacto de estas enfermedades. “El centro de Tres Cantos es un ejemplo paradigmático de dedicación vocacional y comprensión de la importancia que tienen las enfermedades olvidadas. Que lleven haciéndolas frente desde hace 30 años no es más que la confirmación de una creencia clara en que las inequidades en salud deben resolverse con dedicación, profesionalidad e investigación de excelencia, diseñada para resolver los problemas que afectan a las poblaciones más vulnerables y desfavorecidas del planeta”.
Por su parte, el Dr. Agustín Benito, director del Centro Nacional de Medicina Tropical del ISCIII, ha querido enmarcar los orígenes del centro de Tres Cantos en el contexto de la época. “Es el concepto de Salud Global, acuñado a finales del siglo XX, el que propicia un cambio de paradigma e introduce un nuevo enfoque multidisciplinar, marcado por la evolución y la ampliación de los factores que determinan la salud”, ha asegurado. A partir de ese momento, el término “global” empieza a referirse al alcance de los problemas, no a su ubicación geográfica, y trabajar por la Salud Global implica hacer frente a las inequidades sociales y económicas en que se basan los sistemas de salud de los países de más baja renta, donde la prevalencia de estas enfermedades “olvidadas” es mucho mayor.
SALUD GLOBAL
La historia del centro de I+D de Tres Cantos está íntimamente ligada a la evolución de la investigación en Salud Global de estos últimos treinta años. Una evolución que ha valorado de manera positiva Javier Gamo, director de la Unidad Global Health Medicines de GSK, en tanto que “en España, como a nivel mundial, la comunidad científica ha tomado consciencia de la importancia de este campo, así como del impacto que puede tener en la sociedad en general”. El Dr. Gamo ha subrayado el “compromiso creciente por parte de la industria farmacéutica, lo que ha permitido avances significativos en la lucha contra las enfermedades que se encontraban más desatendidas, pero que afectan a gran parte de la población mundial”.
Los expertos destacan el modelo de innovación abierta de este centro de I+D, que permite colaborar entre sí a instituciones, científicos, grupos de investigación y compañías farmacéuticas.
Prueba de ello son algunos de los hitos que han marcado las tres décadas de vida del centro de I+D de Tres Cantos. En esta línea, la revista “Nature” publicó en 2010 el Tres Cantos Antimalarial Set, un importante punto de partida para el descubrimiento de fármacos orales contra el paludismo. Años más tarde, en 2016, se publicaron las llamadas “kineto-boxes”, compuestos inhibidores de los parásitos de la Leishmaniasis, la enfermedad de Chagas y la enfermedad del sueño. El compromiso de la compañía con la Salud Global se ha traducido en el desarrollo del primer medicamento contra el VIH y la primera vacuna preventiva contra la malaria recomendada por la OMS, y su liderazgo se ha hecho extensivo a otras áreas como la de la tuberculosis, campo en el que desde 2020 el centro de I+D de Tres Cantos lidera uno de los mayores proyectos científicos para acelerar el desarrollo de antibióticos (ERA4TB y Unite4TB).
“Durante los últimos años GSK ha liderado la investigación de nuevos fármacos para combatir la malaria. Utilizando un modelo de colaboración e innovación abierta ha contribuido sustancialmente a la implementación de nuevos modelos experimentales que mejoran la probabilidad de éxito de las moléculas en desarrollo clínico. Asimismo, ha identificado moléculas candidatas que están actualmente en desarrollo clínico, y ha conseguido la aprobación por las principales agencias reguladoras del primer tratamiento que con una sola dosis produce la cura radical en los casos de malaria producidos por Plasmodium vivax”, ha recalcado Javier Gamo.
Desde sus inicios, el centro ha apostado por un modelo de investigación basado en la innovación abierta que facilita el intercambio de información, el acceso a nuevas tecnologías y la colaboración entre distintos grupos o laboratorios. En este sentido, destaca especialmente la labor de la Tres Cantos Open Lab Foundation, adoptada en 2010, que permite a científicos y académicos independientes de entidades de todo el mundo acceder a las instalaciones para realizar sus propios estudios.
La pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la fragilidad de los avances conseguidos en muchas áreas y la necesidad de investigar más para cambiar la trayectoria de la enfermedad y adelantarse a la misma.
El tándem formado por la industria farmacéutica y el mundo académico resulta fundamental dentro de este modelo colaborativo y de libre acceso. Así lo ha explicado la Dra. Dolores González Pacanowska, profesora de investigación del Instituto de parasitología y Biomedicina López Neyra, quien ha asegurado que “aunque el mundo académico puede aportar grandes hallazgos y contribuciones a las fases tempranas del proceso de descubrimiento, es la industria farmacéutica quien posee el conocimiento y el potencial para implementar procesos posteriores de desarrollo que permitan la identificación de candidatos viables para poder progresar compuestos a la clínica”. Al mismo tiempo, la Dra. González ha insistido en que “sólo un conocimiento profundo de la biología de los parásitos causantes de las enfermedades permitirá la identificación de nuevas estrategias de control”.
'ONE HEALTH'
Los efectos indirectos de la pandemia por COVID-19 han afectado de forma notable a la carga global de enfermedad y muerte asociadas a la tuberculosis, malaria y otras enfermedades desatendidas. A pesar de una reducción significativa de la mortalidad y morbilidad asociadas, durante los primeros 15 años del nuevo milenio, el progreso que ya estaba estancándose se ha revertido en los últimos dos años, con un aumento negativo tanto en el número de casos como en la mortalidad, que en el caso de la malaria, por ejemplo, alcanza el 12% y cerca de 14 millones de casos adicionales entre 2019 y 2020.6
GSK invertirá más de 1.200 millones de euros durante los próximos diez años en la búsqueda de nuevos tratamientos y vacunas para hacer frente a las enfermedades infecciosas que afectan a la Salud Global.
Además, la globalización y el cambio climático han motivado en estos años otras alertas a nivel nacional e internacional, como las producidas por los casos de Ébola importados a occidente, la invasión de la garrapata del género Hyaloma, causante del virus Crimea-Congo en varios países europeos, o el brote más reciente de viruela del mono. Debido a todo ello, y con las lecciones que nos deja la pandemia aún muy en mente, el Dr. Agustín Benito ha asegurado que “solamente con una estrategia “One Health” o “Una sola salud”, en la que se respeten y preserven de manera conjunta la salud humana, la salud animal y la de los ecosistemas, podremos dar respuesta a los retos futuros que seguro incidirán en la salud del planeta”.
GSK GSK es una compañía biofarmacéutica global guiada por la innovación responsable con el propósito de, juntos, unir ciencia, tecnología y talento para adelantarse a la enfermedad. Para más información, visite www.gsk.es