El café se obtiene del fruto del cafeto, que normalmente suele cultivarse en países con clima tropical o subtropical. Existen dos especies que predominan en el mercado mundial: Robusta y Arábiga. Para obtener una buena bebida es importante conocer el origen, la variedad de grano, la altitud en la que fue cosechado, el proceso de secado y el nivel de tueste. No en vano, el café es una de las bebidas más consumidas en el mundo.
Los cafetos presentan características diferentes. Algunos miden apenas un metro, mientras otros pueden alcanzar hasta los quince metros de altura. Una vez que ha sido plantado, necesita al menos tres o cuatro años para que comience a producir granos que puedan extraerse. Entre los seis y ocho años de vida, es cuando entrega su mayor productividad; no obstante, puede vivir varias décadas.
El fruto del cafeto tiene la apariencia de una cereza pequeña, y cuando germina es de color verde, pasando después, al madurar, a un color que puede variar entre el amarillo y el rojo, dependiendo de la especie y la zona de cultivo. Al interior de cada drupa hay dos semillas, que generalmente se cosechan por medio de una máquina que sacude las ramas del cafeto, haciendo que los frutos se desprendan y caigan encima de lonas dispuestas en la base del cafetal; o bien a mano, para luego ser almacenadas por los recolectores.
El proceso del tueste se ocasiona dentro de un bombo giratorio, a temperatura entre 150° y 225° mediante una corriente de aire caliente. Es preciso tostarlo para que se desarrollen las características organolépticas, aquellas que apreciamos mediante los sentidos, como son el aroma y los sabores. Durante el proceso de tostado, en el grano de café verde se producen reacciones de pirolisis que dan lugar a un aumento de tamaño, reducción de cafeína y cambio de color y densidad. Finalmente, dependiendo del calor absorbido, la tonalidad puede cambiar desde un amarillo a marrón, llegando finalmente a un color oscuro y un aspecto aceitoso.
En el valle de Agaete, al norte de Gran Canaria, se produce el único café de España y Europa.
Agaete, es un pueblo tranquilo en el noreste de la isla Gran Canaria. Bajo la sombra de árboles de naranjas, mangos, aguacates y otras frutas tropicales que crecen en suelos volcánicos, se encuentra un tesoro originario de África: el café.
Los cafetales comenzaron a cultivarse en la isla de Tenerife en el año 1788 y aparentemente el comercio marítimo entre esta isla y Agaete, facilitó la entrada del café en la región. El café del Valle es Arábica y corresponde a la variedad Typica, originaria de Etiopía, que es especial en su aroma y sabor dulce y afrutado.
La producción de café de Agaete, aunque es escaza, es completamente natural, ya que prácticamente no recibe intervención humana y el abono está asociado a las plantas frutales que hay en el entorno. Es por eso y por las condiciones climáticas que se puede considerar un producto muy apreciado por los mejores gourmets.
¿Puede usted imaginar un mundo sin café? Muchos dirán que no. Entonces, ¿Nos tomamos un Cappuccino?