Del sector de la construcción derivó al sector del turismo. Arquitecto de profesión y con una larga trayectoria en ambos negocios, Francisco Canabal López habla con “vehemencia” del turismo en el que encuentra la mejor forma de desarrollo de un país.
En 2004, inauguró con Manuel Fraga este hotel monumento de Pazo do Río. Pretendió un tipo de efecto demostración de cómo a un edificio del siglo XVI catalogado se le podía dar una nueva utilidad, transformarlo en hotel y sacarle un rendimiento económico.
Como anécdota, cuenta que cuando compró la propiedad solo había en el entorno ovejas y cabras. Pero él, como buen visionario, las transformaba en los futuros turistas que vendrían más tarde. Se lo contó aquel día a Fraga y éste lo aprobó con una sonrisa y un “¡bien hecho!”.
Canaval se define como empresario. Desde muy joven quiso serlo guiado por el ejemplo de su padre. Se preparó (Arquitectura superior, aparejador y Dirección y Administración de Empresas). Ahora, tras más de 50 años de trayectoria profesional, no se arrepiente de haber traído su experiencia constructivo-turística a Galicia. En su Grupo trabajan más de 200 personas con las que mantiene una fidelidad mutua.
Su peripecia vital comenzó haciendo obra civil para Unión Fenosa, Telefónica y otras empresas durante 15 años. La burbuja inmobiliaria le derivó a otros negocios que le pudieran dar los rendimientos que buscaba. Y se fue al Turismo, otro de los grandes motores de España.
En las Canarias hizo un estudio de mercado y optó por la isla de Fuerteventura, la menos desarrollada. “A mí me gusta empezar proyectos desde cero”, manifiesta.
Entonces construye 500 apartamentos turísticos de los cuales es propietario y los explota. Allí empezó a trabajar con el Turismo de toda Europa. Eso fue para él un aprendizaje en el sector. Cuando llevaba ya 10 años, decide volver a Galicia con todo lo aprendido.
Más tarde tuvo otra experiencia en Cabo Verde. Son islas, comenta, con entre 5 o 10 grados más que en Canarias. Llegó allí, a la Isla de Sal, y la transformó con la varita mágica de los dos sectores tractores de un país, el inmobiliario y el Turístico. Allí no había nada y el Turismo, explica, trajo la prosperidad.
Es, además, uno de los fundadores del Clúster de Turismo de Galicia. Se lo dijo a Feijóo, en una Feria de Fitur. Canarias ya lo tenía…Canabal valora que haya ahora, gracias al Clúster, una sola voz en Galicia y una dirección de marketing.
Sus energías las ha puesto en numerosas ocasiones para que en Galicia nos dirijamos al turismo internacional, abrirnos a Europa. Hubo de vencer resistencias de direcciones de hoteles y propietarios, pero al final lo consiguió.
Ahora tiene la convicción de que los caminos de Santiago “están funcionando muy bien”. Y echa cuentas con un año más de Xacobeo.
Canabal siente y transmite pasión por el Turismo. Asiste a las principales ferias de Turismo, como la de Londres, Alemania y ahora Madrid. “Ahí estás viendo cómo se mueve el mundo”, asevera.
A cualquier país con sol le funciona el Turismo, dice.
Recuerda cómo era Fuerteventura, cuando él llegó allí. Una zona agrícola, con gente del campo,…”los llevas a trabajar a un hotel y se transforman. Ven otras oportunidades”, describe. “Ves como una persona pasa de no tener coche a adquirirlo, se compra una casa…Eso es muy agradable, ¿verdad?”, se pregunta.
En el caso del Turismo, Francisco sostiene que se acelera más el proceso. Él ya lo ha visto en tres lugares al menos…”Por eso yo hablo con vehemencia del Turismo a cualquier foro al que voy. Creo que es uno de los pilares más importantes para consolidar un país y que nos hace más fraternales”.
Son dieciocho años con la Q de Calidad y después con la certificación de Galicia Calidade. “La Q se adaptaba a lo que yo quería y a lo que estaba haciendo”. De Galicia Calidade, Francisco Canabal afirma que “es un sello importante. No te aporta mucho económicamente, pero te da prestigio”.
Sobre el Turismo en Portugal, Francisco Canaval lo considera, en el Algarve, tan desarrollado como en España . Del Norte luso valora las quintas y la apuesta segura, como aquí, por el turismo rural.
