D. Santiago expresó su emoción por la cálida acogida en Salvaterra y su entusiasmo por la nueva etapa parroquial.. Destacó su deseo de integrar las parroquias bajo su cargo y de fortalecer los lazos con la comunidad lusa, mostrando un gran interés por portugal.. Se comprometió a dar continuidad a las tradiciones existentes, como el Vía Crucis, y a hacer la iglesia más accesible a todos. A pesar de ser de origen urbano, se mostró confiado en su adaptación a la vida en Salvaterra y en su capacidad para servir a la comunidad.