El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, demandó hoy al Gobierno de España claridad, certezas y criterios objetivables que permitan una reactivación social y económica eficaz y segura. “Pedimos claridad, certezas y criterios objetivables y medibles”, dijo, incidiendo en que en esta fase, en la que no caben improvisaciones ni rectificaciones, el Gobierno está a tiempo de evitarlas se cuenta de verdad con las comunidades autónomas.
Durante la videoconferencia con el Ejecutivo central y los otros presidentes autonómicos, Feijóo reiteró que Galicia no puede validar un plan de desescalada confuso, incompleto y discrecional, lamentando, por ejemplo, que aún no se conozcan los criterios sanitarios para hacer el corte y poder pasar de una fase a la otra; unos criterios que, aseveró, deben ser “exactos, objetivos, conocidos con antelación y rápidamente evaluables”.
En esta misma línea, incidió en que en vez de mantener una división provincial, lo más lógico es evaluar las zonas por los criterios sanitarios que, a su vez, marcan las áreas sanitarias. “Asimismo, entendemos que la movilidad entre zonas debe hacerse según cumplan o no la clasificación epidemiológica, es decir, los criterios sanitarios”, añadió.
Además, hizo hincapié en la necesidad de distinguir el ámbito urbano y el ámbito rural, ya que “los criterios urbanos no se pueden implementar en las zonas rurales y viceversa”; así como en que aquellos lugares que lleven períodos de tiempo sin contagios puedan acceder a las fases más avanzadas directamente.
“Tampoco hay protocolos de actuación por sectores, una estrategia concreta de actuación ante cualquier rebrote que se pueda producir, ni una estrategia tecnológica, cuando la tecnología es clave a partir de ahora”, añadió, criticando además el uso desproporcionado que el Gobierno central está haciendo de un sistema que debe ser extraordinario, como es el estado de alarma.
“Difícilmente podemos hablar de ir acercándonos a la normalidad si mantenemos sine die un mecanismo tan excepcional como es el estado de alarma”, aseveró, incidiendo en que se debería levantar lo antes posible.
En caso de que se propusiera alguna prórroga más, el presidente del Ejecutivo gallego defendió que el estado de alarma debería modularse en lo que respecta al ámbito de aplicación, concretando en qué territorios es necesario; y al ámbito de ampliación, aclarando de forma expresa los derechos que se limitan y no de forma genérica limitando todos los derechos de circulación.
DUDAS
A lo largo de su intervención, el presidente de la Xunta insistió en que el plan planteado por el Gobierno debería ser un buen punto de partida, si bien es necesario que se escuche a las comunidades. Al respecto, trasladó que las dudas son muy extensas en todos los ámbitos, como el económico, en el que subrayó la importancia de saber qué negocios podrán abrir en la primera fase, dar a las empresas un marco definido que les permita planificar sus actuaciones y proteger sus plantillas, conocer si serán necesarias mamparas en los comercios, cuál será el horario preferente para mayores o para personas vulnerables, y adecuar la regulación de los ERTE a la apertura gradual.
En el ámbito personal, aseveró que “la gente quiere saber con certeza cuándo podrá visitar a sus familiares en sus domicilios y a sus amigos, o qué va a pasar con los campamentos infantiles en verano”, dijo, demandando también más concreción en el ámbito educativo, tanto para este curso como para el que viene, así como el plan de la Administración de la Justicia para reactivar “este pilar del Estado”.
Por último, Feijóo valoró positivamente la decisión de remitir a las comunidades 16.000 millones de euros como fondos adicionales, si bien expresó la preocupación de que aún no se concretaran los criterios de reparto, es decir, si estos van a ser iguales o similares a los criterios con que se reparte el sistema de financiación autonómica. “Esperemos que no se ensaye un nuevo sistema de financiación con estos 16.000 millones”, abundó.
