domingo. 26.01.2025

El inicio de una nueva administración en Estados Unidos plantea un desafío crucial para las empresas europeas: la necesidad de fortalecer su independencia tecnológica. Expertos del sector advierten que la creciente dependencia de infraestructuras y servicios digitales estadounidenses expone a las empresas de la UE a riesgos económicos y geopolíticos, instándolas a priorizar soluciones tecnológicas europeas.

La soberanía tecnológica de Europa se encuentra en una situación vulnerable. Se estima que cerca del 90% de los datos europeos residen en servidores de empresas estadounidenses. El mercado del cloud computing está dominado por gigantes como Azure, AWS y Google Cloud, que controlan aproximadamente el 85% del sector. Esta dependencia se ve agravada por una normativa europea que, según los expertos, presenta cierta laxitud en las licitaciones públicas para empresas extranjeras.

“En los primeros compases de la nueva administración estadounidense, las empresas europeas deben comprender que su futuro digital depende, en gran medida, de su capacidad para desarrollar y adoptar soluciones tecnológicas propias”, explica Sancho Lerena, CEO de Pandora FMS, experto en gestión IT y seguridad. “La economía digital se basa en la gestión de datos, y las empresas no pueden permitirse que estos procesos críticos dependan exclusivamente de entidades externas a la UE”, añade Lerena.

Esta dependencia supone una vulnerabilidad ante posibles tensiones geopolíticas o sanciones internacionales, donde el acceso a servicios tecnológicos críticos podría verse interrumpido. El 40% de las empresas europeas ya utiliza servicios en la nube, superando el 70% en países como Finlandia. En España, la cifra alcanza el 27% según datos del DESI 2024, lo que subraya la necesidad de diversificar las opciones.

Si bien la UE está invirtiendo en iniciativas como redes sociales propias, un cloud europeo y plataformas como SIMPL para la creación de espacios comunes de datos, la competitividad de las soluciones estadounidenses sigue siendo un factor determinante para muchas empresas a la hora de contratar servicios.

“Es fundamental que las empresas europeas apuesten por la tecnología local, tanto a nivel europeo como nacional, porque existen alternativas viables. La reciente caída de CrowdStrike demostró los riesgos de depender de un único proveedor”, argumenta Lerena.

Lerena comparte la experiencia de Pandora FMS, que fue considerada por la NASA, pero descartada por no ser una empresa estadounidense. “Necesitamos un entorno similar en la UE, donde se priorice a las empresas europeas, para acelerar el desarrollo de un ecosistema tecnológico propio”, concluye.

La gestión de datos será un factor clave en el futuro. La UE prevé un crecimiento significativo en el uso de IA y Big Data por parte de las empresas europeas en los próximos años, así como la digitalización completa de los servicios públicos. Para garantizar la seguridad y el control de esta creciente cantidad de datos, la independencia tecnológica es imprescindible.

La era Trump exige a las empresas europeas impulsar su independencia tecnológica
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