El secretario general de Cultura de la Xunta, Ángel M. Lorenzo, inauguró hoy en las Torres Hejduk El perpetuto tránsito hacia el presente, una intervención artística del ingeniero forestal Miguel Moreno Mateos (Madrid, 1978), quien reconstruye un original sistema de arroyo, compuesto por 17 esferas de cristal de diferentes tamaños y hechas artesanalmente, en cuyo interior hay material orgánico (minerales, crustáceos, piedras...). A través de estos cilindros, y con la lluvia recogida en la cumbre de la torre opaca, se nutre un vivero con semillas, situado en la torre de cristal, con el objeto de hacerlas brotar. La idea es reflejar la importancia del agua como origen de la vida y justo en la misma semana que se conmemora el Día Mundial del agua (22 de marzo).
Precisamente, Ángel M. Lorenzo estuvo acompañado en este acto —además de por la directora-gerente de la Cidade da Cultura, Ana Isabel Vázquez, y por el propio artista— por Marcos Martín González, conselleiro delegado de Viaqua en Galicia, entidad patrocinadora de esta intervención y también de las tres anteriores en las Torres Hejduk vinculadas con acciones artísticas que promueven la concienciación ambiental, como fueron: Paisajes incultos, de Cristina García Fontán; Plástico en mareas, de María José Arceo, y Betula Pendula, de Martín Toimil.
En su intervención, el representante de la Consellería de Cultura, Educación y Universidad precisó que la instalación se inscribe en la programación del Xacobeo'21 y destacó el “evidente símil” que se aprecia con el Camino, “una experiencia que purifica al tiempo que permite ir absorbiendo e incorporando vivencias que transforman o permiten emprender nuevas etapas y proyectos; al igual que el agua que llega a la torre de cristal y da vida en forma de semillas incipientes, que brotarán dando lugar a algo que será futuro. Pero, por lo de ahora, solo es presente”, comparó.
ESFERAS
Por su parte, Miguel Moreno Mateos explicó al detalle su instalación. De este modo, informó de que el agua de la lluvia se purifica mediante radiación ultravioleta; desciende a través de tubos de burosilicato; y fluye en la torre de cristal entre las esferas, hechas artesanalmente con vidrio soplado en diferentes tamaños, “que van desde los 70 kilos para albergar hasta 100 litros a las más pequeñas de 380 gramos con capacidad de 1 litro”.
La más grande es la última en recoger toda el agua que recorrió las 16 esferas anteriores, en un viaje en la que se fue contaminando en el sentido de enriqueciendo con los materiales orgánicos, minerales y vegetales que albergaban cada una de las esferas. Es este agua a que riega un vivero, con semillas de calabaza con el objetivo de que crezcan en las Hejduk durante el período de la instalación.
Finalmente, Miguel Moreno Mateos explicó que también emplea el agua “como elemento metafórico de la propia humanidad”, en cuanto a que es un material “capaz de adaptarse y evolucionar, de purificarse y de contaminarse”.
MIGUEL MOREIRA MATEOS
La naturaleza y el comportamiento humano son fuentes constantes de inspiración de Miguel Moreira Mateos. Sus trabajos están estrechamente vinculados con el medio ambiente y en su obra es recurrente que ahonde en conceptos como la integración, migración, interacción, libertad e identidad.
Con una trayectoria profesional de 15 años como paisajista, tras formarse en Ingeniería forestal y realizar un máster de Jardín y otro Paisajismo y Arquitectura del Paisaje, su carrera como artista plástico lo ha llevado al Instituto Cervantes de Shanghai, Studio Gallery y Shun Gallery, en Shanghai el ABC Art Book Beijing y ha participado con proyectos de arte urbana, en calidad de artista convidado en Pinta Malasaña en Madrid, en la Casa de Velázquez o en el centro de arte O Vello Cárcere de Lugo.
Actualmente, colabora con la New York University Shanghai, donde impartió talleres sobre Bioarte y fue seleccionado como artista invitado en prestigiosas residencias artísticas como la Swatch Art Peace Hotel, en la China y el Hongti Art Center, en Corea.