Aunque para muchos el miedo al dentista no es más que una suerte de mito o creencia popular ya superada, este temor no sólo sigue muy presente en la población, sino que se ha visto acrecentado con la llegada de la pandemia. Así, un 29% de los habitantes de Galicia declara no haber acudido al dentista tras el confinamiento por miedo a un posible contagio de COVID-19, mientras que a nivel nacional la media se sitúa en un 23%. Este es uno de los datos extraídos de una encuesta* realizada a nivel nacional por Vitaldent para su campaña ‘Pierde el Miedo’ con el objetivo de averiguar las razones por las que la población teme acudir a la consulta dental y combatirlas para que los españoles cuiden su salud bucodental con tranquilidad.
En este sentido, entre los gallegos que no acuden al dentista por temor a un posible contagio, el estudio revela que las principales razones sonla proximidad doctor-paciente durante los tratamientos (55%) y la desconfianza en los protocolos de limpieza y desinfección (52%). En cuanto a la parte de la visita que más inquietud les producía destacan los tratamientos realizados en el gabinete del dentista (67%), seguidos de la sala de espera (27%), y, en menor medida, la recepción (6%).
Cabe destacar que entre los encuestados que aseguran haber acudido al dentista tras el confinamiento (32%), el 15% declara haber tenido miedo por riesgo de contagio durante la visita por no sentirse suficientemente protegido, principalmente por los tratamientos realizados en el gabinete del dentista (37,50%) y la sala de espera (37,50%). En este caso, de nuevo destacan la desconfianza en los protocolos de limpieza y desinfección (100%) y la cercanía doctor-paciente durante los tratamientos (50%) como principales causas, seguidas de la falta de EPIS (38%).
En este sentido, Gustavo Camañas, Coordinador de Odontología General de Vitaldent, ha transmitido un mensaje de tranquilidad a la población “Desde Vitaldent somos conscientes de la importancia que, ahora más que nunca, tiene garantizar la máxima seguridad y protección de pacientes y equipos de clínica. Por eso, si los protocolos de seguridad e higiene con los que siempre hemos trabajado ya eran exigentes antes de esta pandemia para garantizar la seguridad ante otro tipo de enfermedades infecciosas, la COVID-19 ha hecho que los reforcemos aún más en nuestras clínicas tanto a través de los Equipos de Protección Individual (EPIS), como con aquellas barreras o elementos físicos y ambientales que minimicen el riesgo de contagio y garanticen la seguridad de todos”. Añadiendo también que “En una época en la que cuidar de nuestra salud es más importante que nunca, debemos recordar que acudir a la consulta dental en un aspecto clave a la hora de prevenir enfermedades bucales que pueden llegar a derivar en otras más graves.Y es que, numerosos expertos señalan que existe una estrecha vinculación entre salud bucodental y salud general”.
No sólo miedo al contagio: el dolor y las agujas, los mayores temores en el dentista
Más allá del temor a la COVID-19, el 24% de los gallegos encuestados aseguran tener miedo a ir al dentista, principalmente por el dolor que les produce (85%), las agujas (77,50%), la incomodidad (75%), las infecciones (65%), por las facturas económicas (62,50%), la mala praxis (50%) y la anestesia (58%). En cuanto a los tratamientos más temidos por los gallegos, destaca la implantología y las prótesis dentales (32,50%), seguidas de las limpiezas bucales (25%). Y, en menor medida, también temen la endodoncia (22,50%), la periodoncia (15%) y la ortodoncia (5%).
Por otro lado, el 25% asegura sentir nerviosismo o inquietud cuando acuden al dentista, siendo de nuevo el dolor lo que más nerviosismo les produce (93%); mientras que el 16% de los gallegos afirma que la sala de espera del dentista les produce temor o tensión. De éstos, casi 8 de cada 10 (78%) afirman que se debe principalmente al ruido de fondo de los aspiradores y otros materiales cuando están en la sala de espera, mientras que aproximadamente 7 de cada 10 (73%) aseguran que les incomoda el olor de productos de higiene característico de la clínica.
Una vez fuera de la consulta dental, el miedo tampoco desaparece del todo. En este sentido, los encuestados afirman tener miedo a la evolución del tratamiento en casa (21%) o sentir nerviosismo (24%). Esto se debe, principalmente, a sentir dolor (97% en el caso de aquellos pacientes que sienten miedo, y 93% en aquellos que sienten nerviosismo), a que no haya salido bien el tratamiento o la intervención (86%, 90%), que sea necesario retocar algo (77%, 71%) y tener que realizar pagos adicionales (66%, 66%).
La información, clave para combatir el miedo
El 58% de los gallegos que aseguran que sienten miedo declara que les reconfortaría recibir más información por parte del doctor, higienista o auxiliar sobre el tratamiento o el nivel de dolor o molestia que van a experimentar, mientras que el 82% de los encuestados que declaran sentir inquietud o nerviosismo en la sala del dentista, indican que también que les gustaría recibir más información y tranquilidad por parte del doctor o auxiliares.
En este sentido, el Doctor Camañas indica que “en Vitaldent somos conscientes de que este miedo al dentista puede provocar nerviosismo, ansiedad e incluso llegar a ser la causa de que el paciente retrase o cancele su cita con el especialista, descuidando su salud bucodental. Por eso, en nuestras clínicas además de contar con las mejores instalaciones y equipamientos, contamos con excelentes equipos asistenciales dedicados a inspirar confianza en los pacientes. Desde que entras, siempre podrás disponer de toda la información que necesites acerca de tu diagnóstico, tratamiento, presupuesto y posibilidades de financiación”. Añadiendo que “Explicar de forma clara y paciente el diagnóstico y el tratamiento propuesto tras el mismo es fundamental para tranquilizar al paciente y mitigar todos esos miedos que pueden surgir durante su visita”.
Además de la información sobre el tratamiento y su desarrollo, un tercio de los gallegos encuestados afirman que se sentirían con menor miedo o estarían más tranquilos para ir a la clínica si pusieran música relajante (31%) o usan sedación consciente antes del tratamiento (29%). En menor medida indican que se sentirían más tranquilos con gafas de realidad virtual (14%), intensificar aromas en la clínica (14%), y que los uniformes del equipo médico sean más informales (5%).
*Encuesta realizada por Sondea a una muestra de 3.010 individuos de 18 a 70 años, seleccionados de forma intencional y proporcional a las cuotas de población española (INE Padrón a 1 de enero de 2019) en función del sexo, grupo de edad y CC.AA.