Luis Alberto Rosales, director general de CARF: "Te invito a unirte a nosotros en esta hermosa misión de llevar la sonrisa de Dios a cada rincón del planeta"

Luis Alberto Rosales, director general de Fundación CARF., esta tarde en Nigrán.
Luis Alberto Rosales, director general de Fundación CARF, destaca la importancia de la formación sacerdotal en un mundo globalizado y los frutos que esta labor ha dado en 131 países. La fundación se dedica a formar sacerdotes que sean agentes de cambio en sus comunidades y a construir un futuro más justo y solidario.

Luis Alberto Rosales, director general de la Fundación Centro Académico Romano, CRAF, impartirá la conferencia 'Los sacerdotes, la sonrisa de Dios en la Tierra', este martes, a las 20,30 horas en el auditorio Quinto Centenario (rúa Santísima Trinidad, 24, en Baiona, Pontevedra). DL-G le entrevista ya en tierras gallegas para adelantar lo que mañana va a trasladar al público asistente

 

Pregunta : En un mundo marcado por la violencia y la incertidumbre, usted propone una vuelta a la fe como solución. ¿Cómo puede la figura del sacerdote contribuir a un mundo más justo y pacífico?

 

Respuesta: "En un mundo tan convulso, la figura del sacerdote se erige como un faro de esperanza. A través de su servicio a los demás, los sacerdotes fomentan valores como la solidaridad, el perdón y el amor al prójimo. Son agentes de cambio en sus comunidades, promoviendo la reconciliación y trabajando por un futuro más justo y pacífico. Su presencia es un bálsamo en un mundo herido, ofreciendo consuelo y orientación espiritual a quienes lo necesitan".

Luis Alberto Rosales dice de los sacerdotes: "Su presencia es
un bálsamo en un mundo herido, ofreciendo consuelo y
orientación espiritual".

 

P: La Fundación CARF lleva 35 años formando sacerdotes y religiosos en todo el mundo. ¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan estos jóvenes en la actualidad y cómo los ayuda CARF a superarlos?

 

R: "Los jóvenes que sienten el llamado a la vida sacerdotal se enfrentan a un mundo cada vez más secularizado y a una sociedad que a menudo desconoce el valor de la fe. En CARF, les ofrecemos una formación integral que les permite afrontar estos desafíos con confianza. Les proporcionamos las herramientas teológicas y humanas necesarias para ser testigos creíbles de Cristo en un mundo globalizado y complejo".

 

P.: Usted ha mencionado el impacto social de los sacerdotes formados por CARF en sus países de origen. ¿Podría compartir alguna anécdota concreta que ilustre este impacto positivo?

 

R.: "La labor de nuestros graduados es verdaderamente inspiradora. Hace apenas unos días, tuve la oportunidad de visitar el seminario en Italia y conversar con seminaristas provenientes de distintos rincones de África. A pesar de la barrera idiomática, la comunicación fue profunda. Me hablaban en suajili, cingalés, zulú... y al escuchar sus historias de sufrimiento, de haber visto morir a sus seres queridos, de haber pasado hambre, no podía evitar sentir una profunda tristeza. Sin embargo, también percibía una inmensa alegría en sus ojos. Y es que, a pesar de todo lo vivido, habían encontrado en la fe una fuerza que los impulsaba a seguir adelante.

Por otro lado, hace unos meses tuve la oportunidad de despedir a un grupo de sacerdotes y religiosos que regresaban a sus países de origen tras completar sus estudios. Los veía partir llenos de ilusión y entusiasmo, con el deseo de servir a sus comunidades. Era evidente que su formación en CARF había sido una experiencia transformadora. Ver cómo estos jóvenes, provenientes de contextos tan diversos, se unían en torno a un mismo ideal me llenaba de esperanza.

Estas anécdotas son solo un pequeño ejemplo del impacto que tiene nuestra labor. Ver cómo estos jóvenes, a pesar de las dificultades, se convierten en agentes de cambio en sus países de origen, es una recompensa inmensa para todo nuestro equipo".

 

P.: ¿Qué mensaje quiere transmitir a los asistentes a su conferencia? ¿Por qué es importante que conozcan la labor de la Fundación CARF y se involucren en esta causa?

Respuesta: "Quiero invitar a todos a descubrir la belleza y la relevancia de la vocación sacerdotal en nuestro mundo. La Fundación CARF es un puente entre diferentes culturas y continentes, y nuestra labor es esencial para garantizar un futuro más justo y solidario. Los invito a unirse a nosotros en esta misión y a apoyar a los jóvenes que han decidido dedicar su vida al servicio de Dios y de los demás".

 

P.:  Para finalizar, señor Rosales, usted ha descrito la trayectoria de 35 años de la Fundación CARF como una "realidad maravillosa". ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a quienes estén considerando apoyar esta causa o a aquellos que simplemente buscan un sentido más profundo en sus vidas?

Respuesta: "Mi mensaje es claro y conciso: la Fundación CARF es un proyecto de esperanza. Un proyecto que demuestra que, incluso en un mundo marcado por la división y la incertidumbre, es posible construir un futuro mejor. Al apoyar nuestra causa, no solo estás contribuyendo a la formación de futuros líderes espirituales, los sacerdotes, sino que también estás sembrando semillas de cambio y de esperanza en todo el mundo. Te invito a unirte a nosotros en esta hermosa misión de llevar la sonrisa de Dios a cada rincón del planeta".

 

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