¿Papá Noel o Santa Claus?
Llega la Navidad y muchos niños y mayores esperarán esta Nochebuena la venida de Papá Noel. ¿Por qué decimos Papá Noel en España y, sin embargo, en EEEUU dicen Santa Claus? Vayamos por partes. En España se llama Papá Noel por una traducción muy cuestionable del Pere Noël francés, que en realidad debería ser Papá Navidad, su significado literal completo, como ocurre en otros idiomas: Papá Natal en portugués, Babbo Natale en italiano, Father Christmas en inglés. Por cierto que en portugués de Brasil sucede algo parecido a lo que acontece en español y le llaman Papai Noel. Curioso.
Este Papá Navidad tiene algunas pequeñas variantes en Alemania y los países nórdicos, donde es conocido como Hombre de Navidad (Weihnachtsmann en alemán y Julemanden en danés); Duende de Navidad (Jultomten en sueco y Julenissen en noruego) o incluso Cabra de Navidad (Joulupukki en finlandés).
Pero en EEUU no es ni Papá Navidad (Father Christmas) ni Hombre de Navidad (Christmas Man), sino Santa Claus. ¿Por qué? ¿De dónde viene este Santa, como también se le llama apocopada y popularmente? De San Nicolás; más en concreto, de San Nicolás de Bari, que no fue, en contra de lo que se podía pensar, un santo italiano (ni mucho menos un cantautor: Nicola di Bari, ya saben), sino turco (o mejor dicho, nacido en la actual Turquía). Veamos cómo se pasó de San Nicolás a Santa Claus, pero antes recordemos por qué se asoció a este santo con la Navidad, y más en concreto con la costumbre de hacer regalos.
La historia de Papá Noel (o Papá Navidad) se remonta al siglo III y tiene como protagonista a Nicolás de Bari, nacido en la actual Turquía hacia 270. Miembro de una familia acomodada, Nicolás fue siempre un ejemplo de generosidad y bondad, ayudando a aquellos que más lo precisaban. Cuando perdió a sus padres, heredó una gran herencia, pero la repartió entre los más necesitados y emigró a Mira, con su tío, donde se haría en sacerdote. Allí fue nombrado obispo y se convertiría en santo patrón de Turquía, Grecia y Rusia. Protagonista de numerosas leyendas, Nicolás de Bari –nombrado así porque sus restos fueron trasladados a la ciudad italiana en 1087, tras la conquista musulmana– falleció el 6 de diciembre de 345 y es por ello que, debido a la cercanía de la fecha con la Navidad, se asoció el santo de San Nicolás con las festividades navideñas. Su fama como repartidor de regalos por Navidad proviene, además de su generosidad, de uno de los muchos milagros que se le atribuyen. Siendo aún joven, se compadeció de un desquiciado hidalgo de la localidad de Patara, en la Licia, que habiendo caído en la más absoluta miseria se había visto obligado a prostituir a sus tres hijas. Para remediarlo, el santo de Bari echó tres zapatos –o bolsos, según otras versiones– llenos de oro en otras tantas noches por la ventana del cuarto donde dormía aquel padre desnaturalizado. En otra versión, que haría historia, deslizó por la chimenea unas monedas de oro que milagrosamente cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secando, y de aquí se supone la tradición de colgar las medias tejidas que sirven para recibir regalos en Navidad. En realidad, primero se asoció con la costumbre de hacer regalos a los seres queridos la fecha del 6 de diciembre, festividad del santo. Después, por su proximidad con la Navidad, se unió esta costumbre a la noche del 24 al 25 de diciembre.
Ya tenemos asociado a San Nicolás con los regalos de Navidad. Veamos ahora cómo surgió el nombre de Santa Claus en EEUU. En 1624, los holandeses viajaron hasta la ciudad norteamericana y fundaron Nueva Amsterdam (hoy Nueva York) y se llevaron su tradición consigo. En holandés, San Nicolás es Sint Nikolaas, acortado luego en Sinterklaas y adaptado fonológicamente en Santa Claus por los estadounidenses.
El Santa Claus de EEUU se extendió después por el resto del continente americano. En Centroamérica coexiste con Santa Cló o Santa Clós –curiosa fonologización–, con la excepción de Costa Rica (Colacho). En Sudamérica conviven Santa Claus y Papá Noel, pero también hay excepciones, como Chile (Viejito Pascuero) o Perú, donde también se usa el Santa Clós centroamericano.
En fin, que ustedes tengan una muy feliz Navidad y que, si puede ser –y no son fundamentalistas de los Reyes Magos–, este Papá Noel tan mal traducido les traiga algún regalito.