La revolución del diálogo liberal
"Apenas despunta el día, te veo (Lisboa) reposando sobre el Tajo, como una ciudad que navega". José Cardoso Pires (1925-1998) lo escribió en "Lisboa. Diario de a bordo. Voces, miradas, emociones", creando una hermosa metáfora que se extiende a Oporto, a toda Portugal y a España misma.
El Foro La Toja arribó por segunda vez a la capital portuguesa, comandado por Amancio López Seijas y sus hijas Marina y Clara, para conmemorar "Cinco décadas de democracia" en la Península Ibérica. Cincuenta años de convivencia en libertad, navegando por mares agitados de modernización, logros cívicos y rumbos inciertos, que surgieron de movimientos ciudadanos ejemplares: la bella revolución de los claveles y la ejemplar Transición española.
Se han visitado muchos puertos, se han cruzado numerosos puentes y se han enfrentado tempestades, pero se ha sabido aprovechar los vientos favorables bajo la bandera de la conveniencia europea, sin olvidar las antiguas colonias. Se han vadeado obstáculos, en ocasiones estrechos, por aguas turbulentas, pero siempre se ha mantenido un rumbo cierto hacia avances seguros en un ir lento pero certero, en todo caso ibérico, europeo, democrático, liberal.
Los lazos emocionales amarrados por precedentes históricos únicos, guiándos por los pasos de los Reyes de España, Juan Carlos I y Felipe VI, Suárez, Mario Soares, Felipe González, Manuel Fraga, Mariano Rajoy y otros políticos, alcaldes de renombre, empresarios, periodistas, intelectuales y ciudadanos supieron en cincuenta años trascender las fronteras físicas y las separaciones históricas para encontrar la unidad en medio de neblinas, todo entre monarquía y república, entre ideologías opuestas, hallando la comprensión, la convivencia y la raíz común, obteniendo los Fondos europeos que han convertido a la Península en un ejemplo único de modernidad, destacando en sus diálogos, ambicioso en sus proyectos y fructífero en sus discusiones leales.
De todo eso han hablado en el Foro, celebrado en la sede de la Fundaçao Calouste Gulbenkian, desde el Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa; el ministro de Estado y Asuntos Extranjeros, Paulo Rangel; los Presidentes de las Cámaras de Lisboa y Oporto, Carlos Moedas y Rui Moreira, junto a Jaume Collboni, Alcalde de Barcelona, qué grandes cabezas. Y Antón Costa, Presidente del Consejo Económico y Social de España y moderados magistralmente por Cristina Callach, periodista experta en la UE. Y, entre otros, los imprescindibles ex presidentes Felipe González y Mariano Rajoy, con los primeros ministros, Francisco Pinto Balsemao, y Antonio Costa. Clausuraron la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, y Augusto Santos Silva, Presidente da Assemblea portuguesa
María Ignacia Rezola, Comisaria Ejecutiva de la conmemoración los 50 años de la Revolución de los Claveles, la más humana, la más hermosa, la más musical, y los organizadores, con Carmen Martínez Castro y Carlos López Blanco, no pudieron desear un acto más hermoso para celebrar la democracia.
Libertad y claveles. La luz imborrable del abril Lisboeta nos ilumina algunos nuevos descubrimientos. Un mundo mejor es posible.
Alberto Barciela
Periodista