Un oficio que ha ayudado a definir la historia de la Ría de Muros Noia

Carpintería de ribeira.
Pese al inexorable paso del tiempo, con sus avances en técnicas y procesos de producción, aún hoy perviven métodos tradicionales que, si bien no pueden competir en plazos de entrega, mantienen esa esencia y esa singularidad que sólo es posible vivir si pones los pies en un taller, hueles la madera mezclada con el salitre y tocas con tus propias manos las herramientas que han trabajado la madera por décadas. La carpintería de ribera está más presente que nunca.

 

La carpintería de ribera fue uno de los motores económicos de la Ría. Principalmente en Outes, había una increíble concentración de pequeñas carpinterías de ribera, con una veintena, aproximadamente. Además, también había una gran concentración de aserraderos. De aquel enjambre de carpinterías solo quedan los vestigios y algún pequeño astillero que se modernizó.

Pero, ¿a qué era debido esto? Según la creencia popular, los árboles de Outes producían una madera especialmente adecuada para la construcción naval.  

Hoy en día es posible ver estas carpinterías en el puerto de O Freixo. Hay cuatro talleres en activo actualmente. Una forma emocional y didáctica de acercarse a este oficio artesanal es realizar la ‘Ruta de los carpinteros con los pies mojados’. El nombre, que no podía ser más claro, nos enseña una forma de trabajar en el que los carpinteros literalmente desarrollaban su labor en la orilla del mar. Esta ruta, que va desde O Freixo hasta Punta do Requeixo, se puede seguir a través de un completo mapa con geolocalización de los puntos más destacados de este recorrido y acceder a distintos recursos multimedia que mostrarán la ruta de diferentes maneras.

Construir un barco de madera es algo más que normas de geometría y mecánica. Hay un halo de magia que es difícil de explicar con palabras, o lo era, pues en la Ruta de los carpinteros con los pies mojados, escuchamos de viva voz los testimonios de carpinteros jubilados, mariscadoras y descendientes de carpinteros de ribera. A través de sus palabras, se construye un relato emocional que rememora los tiempos en los que las carpinterías trabajaban a pleno rendimiento construyendo y reparando barcos.

Un ejemplo claro del importante papel de la carpintería de ribera es el Joaquín Vieta. El balandro más antiguo de Galicia, y que a día de hoy realiza rutas de turismo industrial por la Ría, fue fabricado en uno de estos astilleros en 1916.

La planificación y el montaje de un barco de madera no es solo una labor fundamentada en normas y reglas de la geometría y la mecánica, sino que también tiene un componente mágico que cuesta expresar con palabras y difícilmente cuantificable, pero que queda impregnado en cada detalle del barco.

Otro buen exponente de este oficio lo podemos ver en el Astillero de Ciprian, situado en Broña. Se trata de un museo que, a través de 3 espacios, cuenta la historia de la carpintería de ribera en Outes. Comenzando por su pasillo de entrada, en el que se expone una colección fotográfica que documenta la importancia del oficio para la economía de la zona. En el segundo espacio, se proyecta un vídeo que explica el proceso de construcción de los barcos de madera. Y por último, una sala en la que se exponen piezas y herramientas características del oficio, como un motor Ayón, (motor que fue inventado en Noia, gracias a José Rodríguez) que era el que movía la sierra que se empleaba para cortar la madera. También se puede ver un banco de carpintero, planos de barcos y herramientas diversas.

No desaproveches la ocasión de conocer un oficio histórico. Una forma única de descubrir las tradiciones y la vida de la Ría de Muros Noia. Más que madera, más que horas y horas trabajando con las manos... La carpintería de ribera es un tesoro inmaterial esperando a que lo descubras.