Merenzao, la ‘factoría’ gastronómica con sabor a Ribeira Sacra
Al llegar a Doade, Sober, Lugo, la nave impresiona al comensal. Semeja una gran ‘factoría’ en medio del monte. El interior, sorprende por su luminosidad. En esta ocasión 40 bloggers gastronómicos cierran el restaurante para ellos en un almuerzo muy pensado y capitaneado por el chef Carlos J. González que marca el límite de asistentes.
Tras visitar el Centro del Vino de Monforte de Lemos, que aloja, a su vez, las instalaciones de la DO Ribeira Sacra, con una interesantísima presentación de Paula Ruíz López y tras navegar en catamarán por los cañones del Sil, degustando los caldos de esta viticultura heroica y escuchando los apuntes histórico-vitivinícolas de la guía, los bloggers ya estaban deseosos de llegar a este almuerzo de categoría para comprobar si conquistaba sus paladares, a la vez que lo atrapaban a través de centenares de imágenes. Grupo ‘exigente’ a la vez que comprensivo, pero, en definitiva, anhelante de tener nuevas experiencias gastronómicas que contar a sus seguidores.
Llegan los aperitivos. El ‘guacamole’ de calabaza asada y salicornia, insuperable en su cuchara metálica. Después, el mexillón de Galicia escabechado 'na súa cuncha crocante', dejaba ese toque ácido en la boca. Y terminamos esta parte con una tartaleta de 'angula afumada e cremoso do Cebreiro' que aquieta las agitadas papilas gustativas revolucionadas por el mejillón.
En la copa, un godello DO Ribeira Sacra, Lar de Ricobao, que armoniza plenamente con los aperitivos.
Llega a la mesa el Ovo Mollet de Pazo de Vilane, Shitakes y Suave Bechamel Trufada. Precisaba quizá revolverlo para apreciar mejor el conjunto. La suave bechamel, con sus tropezones de setas con sabor más fuerte y salado, contrasta en boca. El momento de tomarse el huevo es el más sublime de este plato. Ya consumido queda en boca un sabor a pimienta suave pero persistente que es la explosión final del plato.
Y ya se pasa al pescado: 'Xurelo' de pescaderías marinado en AOVe de Arbequina de Aceites Abril sobre focaccia de olivas negras y cremoso de aguacate. Por lo crujiente ya se hace manjar para el paladar. El jurel, en la parte superior, contrasta con la base. La impresión es la de una excelente y ligera pizza de pescado nunca jamás consumida.
Seguimos con un plato de apariencia corriente, un tanto pedestre. Pero nada más lejos de la realidad. Guiso de 'polbo e ameixas' de pescadeRías con garbanzos y carabinero crocante. Uff, que amalgama de sabores para el paladar y las distintas texturas del pulpo, los garbanzos, las almejas, el carabinero…Es una fiesta para el paladar…Ayudada por el maridaje con el Godello de Ribeira Sacra.
La carne es una delicia. Esfera de Tenreira galega y Cremoso de boniato crocante. Éste le da un sabor dulzón a una carne caracterizada por una textura increíblemente blanda que se funde en la boca con ese sabor dulce. Estamos en otra dimensión gastronómica.
Pasamos a un tinto Mencía Promine también de la DO Ribeira Sacra. La armonía con la carne es perfecta porque no resta protagonismo al plato.
El postre es también de película. Trufas tebas de chocolate y licor con tofe de cacahuetes. Un postre que no importaría repetir.
Con los cafés e infusiones, el último ‘cartucho’ de Merenzao, 'Doces caseiros' a modo de Petit Fours. Una levedad de delicada textura que se toma con gran facilidad.
Después de la palabra del chef Carlos J. González con estas elaboraciones, la tienen ahora los bloggers que van a interpretar de forma singular este menú. Un almuerzo singular con escogidos productos gallegos que dejará dulces memorias en los comensales.
Se hace así bueno el lema del restaurante, el sabor de una tierra única. La Ribeira Sacra también tiene paladar.