Fernando Barros, alcalde de Vila Flor: “Ahora estamos haciendo un esfuerzo para orientarnos hacia el Val do Tua”
“Vengan a
visitarnos. Hasta el nombre de Vila Flor es bonito. Van a quedar encantados. Es
un lugar tranquilo; los vilaflorenses son gente afable que saben recibir; y
también les gustarán los paisajes. Además van a encontrar productos de clima
mediterráneo. Y, lo más importante, se van sentir bien con los hermanos
portugueses que saben acoger y estrechar lazos”.
El que así
habla es el alcalde de Vila Flor, un municipio del distrito de Bragança, en la
‘Terra quente’ de Tras-os-Montes.
Este pasado
fin de semana Vila Flor organizó un viaje de prensa para una docena de
periodistas y bloggers. Barros explica el objetivo de traerlos a este
territorio: El cariño por los nuestro. Tenemos un territorio maravilloso que
queremos mostrar. Lo que estamos
haciendo. Queremos enseñaros nuestros paisajes, que son asombrosos”.
Vila Flor ha
preparado 30 kilómetros de senderos que se unen con los otros 20 del Parque
Regional Val do Tua, perfectamente homologados y certificados. Por este y otros
motivos, ha sido el anfitrión para un grupo de comunicación social durante este
fin de semana pasado.
Pero, sin
duda, el motivo más relevante, sintetiza Barros, es el río, el río Tua, junto con el mirador
desde el Santuário Nossa Senhora da Assunção, el maior santuario Mariano de
Trás-os-Montes.
“El Val do
Tua es un valle muy lindo, escarpado, agreste… y de gran belleza. Como
consecuencia de construir un embalse, parte de la línea de ferrocarril quedó
interrumpida. Los cinco municipios del Tua aprovechamos la oportunidad para
elaborar un proyecto de movilidad turística y cotidiana. Es una inversión
enorme la que estamos haciendo en conjunto tanto promotores como entidades”.
“El Tua
–sigue Fernando Barros- es un elemento unificador y diferenciador, entre otros.
Este monte [donde estamos] sobre Vilarinho das Azenhas es uno de los grandes
miradores sobre nuestro territorio”, explica.
“En el Santuário
Nossa Senhora da Assunção se celebra la mayor romería de Trás-os-montes. Es un
santuario diocesano, de la diócesis de Bragança-Miranda, con una carga
histórica y religiosa enorme. Por eso tenemos aquí un camino de peregrinos al
Santuario, y otro es el de Serra do Faro”.
Con la
Naturaleza, no son el único atractivo turístico de Vila Flor. “Está la parte
gastronómica. Que contamos impulsar a la vez que los senderos. Además tenemos
un valle al otro lado del Concelho, Val da Vilariça, que es muy fértil, uno de los
mejores del país, y que recorre una falla geológica. En este valle hay casi
3.000 hectáreas de regadío con productos agrícolas asombrosos y de gran calidad”.
Fernando
Barros se emociona. El alcalde está en su segundo mandato y todo parece indicar
que se presentará al tercero, Barros es ingeniero hidráulico. Llegó a la cámara
en 1993. Estuvo cinco mandatos como concejal y primer teniente de alcalde, lo
que junto con estos dos mandatos suman siete. Se le ve apasionado por su
territorio como se desprende de sus palabras.
No falta la
referencia al rico patrimonio vilaflorense. “Casas señoriales, iglesias,
capillas… Todo en una zona histórica muy bien restaurada. Y que el visitante
puede detenerse para verla entre uno y tres días. También tenemos una buena capacidad
hotelera que está aumentando. Tenemos las condiciones necesarias para que las
personas nos visiten y queremos que lo hagan”.
A Barros le
urge la necesidad de estrechar lazos con España. “Estamos muy próximos a
Castilla-León. Para nosotros está al lado. Queremos estrechar lazos con esta
autonomía española. Crear vínculos que tienen su origen desde tiempos
inmemorables. Yo conozco Castilla-León y sé que su museo tiene una muestra
fantástica sobre nuestro país. Por eso queremos vincularnos más ahora que no
hay fronteras”.
De sus
paisanos, los vilaflorenses, destaca que “saben acoger bien, son sencillos y
trabajadores. Están orgullosos de su territorio”. Además, recalca, “de saber
recibir, estar y convivir, están orgullosos de quienes nos visitan porque
vienen aquí para conocer y tenemos la
obligación de recibirlos bien”.
Y le viene a la mente el camping que “es uno de los cinco
mejores de nuestro país”, subraya.
El alcalde dice que “Vila Flor vive del Turismo” y que tiene
una excelente comunicación a través de la IC5 y la IP2 que se cruzan.
El municipio de Vila Flor tiene una diversidad climática que
hace la diferencia con los otros de esta región. Es la tierra caliente de
Trás-os-Montes. El valle de la Vilariça, situado en una falla geológica, está a
una altura muy baja, lo que propicia un clima mediterráneo con productos
típicos de este clima.
De otra parte, el Val do Tua, un valle escarpado, está cada
vez más orientado al turismo. “Yo creo que esta va a ser la gran apuesta”. Con
recursos cinegéticos y piscícolas que, ciertamente, no faltan en otros
municipios de Trás-os-Montes.
Confiesa Fernando Barros que los vilaflorenses “siempre hemos
vivido un poco de espaldas al valle. Ahora estamos haciendo un esfuerzo para
orientarnos hacia el Val do Tua”.
Y marca lo que hace la diferencia de su municipio. “La
diferencia es que nosotros tenemos los productos típicamente mediterráneos y
los otros municipios transmontanos no. Los otros están situados a más altura,
son más de montaña. En la zona central de Vila Flor tenemos también productos
de montaña. Nuestro territorio abarca zonas a poco más de 100 metros de altura
respecto al nivel del mar y otros con cotas entre 600 y 700. Esta es la gran
diferencia”, sentencia.
Además, “nosotros pertenecemos a la región del mercado del
Duero. Tenemos grandes propiedades dedicadas al cultivo del vino de Oporto y de
grandes bodegas. Las mayores empresas de vino de Oporto están aquí instaladas”.
Barros no olvida el aceite. “Tenemos, además, un producto de
excelencia que es el aceite. Somos reconocidos en Portugal como productores de
unos de los mejores aceites del país”.
Y recapitula. “Estas son las grandes diferencias. No somos
ricos en el sector pecuario porque al ser ‘terra quente’ no tenemos ‘lameiros’…
En el resto de cosas somos fuertes. En el cultivo del olivo, el almendro, la
vid y los cultivos hortícolas. Incluso de albaricoques (‘pêssegos’) que abastecen los centros
comerciales del país”.
A Fernando Barros se le ve enamorado de su territorio. Todo
lo documenta con sus fotografías en su móvil o en su Tablet. Cuando busca, dice
que tiene 26.000 y sin tiempo para ordenarlas. Lo cierto es que acaba
encontrando lo que busca. No tratamos de industria, pero podría hablar
igualmente porque la hay en su municipio. Está claro que hay que volver. Este
es mucho municipio para dos días de visita.