El sector inmobiliario en 2024 está marcado por cinco tendencias
En un recorrido por el actual escenario del real estate, se perfilan tendencias que no solo delinean el mercado, sino que también configuran el futuro de la vivienda. Eduardo Garbayo, director de operaciones de Spotahome, la plataforma líder de alquileres de media y larga duración, analiza el panorama del sector inmobiliario referente al alquiler en 2024. Estas tendencias, entrelazadas, reflejan la evolución continua del mercado inmobiliario y dibujan un panorama emocionante y diverso, prometiendo un futuro donde la adaptabilidad y la innovación son las claves del éxito.
1. Aumento de la seguridad como elemento crítico en el alquiler
En un contexto de incertidumbre económica y de cierta inseguridad jurídica generada por los cambios legislativos en torno al alquiler de vivienda el sector inmobiliario experimenta una marcada tendencia hacia la búsqueda de la seguridad en el proceso de alquiler.
Dada la dificultad para romper un contrato de alquiler, la seguridad financiera ocupa un lugar central en esta tendencia, así como la seguridad de que los inquilinos no van a cometer daños en la vivienda.
“La seguridad es la clave actualmente. Lo demuestra el resultado que está dando nuestro Programa Plus, al que se han adherido ya el 80% de los nuevos propietarios, y que permite a los propietarios de Spotahome tener inquilinos validados por un modelo antifraude apoyado en las últimas tecnologías y su extensa base de datos, con solvencia probada en más de 10.000 inquilinos. Además, los propietarios reciben el pago de su renta en los primeros 5 días del mes, adelantada por parte de Spotahome. La compañía gestiona el cobro de los inquilinos. Asimismo, la compañía ofrece un aval a los inquilinos que protege al propietario de impagos y daños no accidentales. Esto permite que los propietarios no necesiten pedir una alta fianza o la exigencia de mayores garantías a los inquilinos. Gracias a este mecanismo de seguridad, el 100% de los propietarios que han alquilado su vivienda a través de Spotahome Plus han cobrado la renta del alquiler en dicho periodo”, resalta Garbayo.
2. Nuevos modelos de vivienda colaborativa
En general, cada vez vemos más sectores dónde se puede ver una tendencia de pago -por-uso (PPU) frente a soluciones de compra de un bien o un alquiler a largo plazo. En lo referente a vivienda, esto se materializa en la búsqueda por parte de muchos inquilinos de contratos de alquiler más temporales, así como búsqueda de viviendas compartidas. En 2024 se espera que la vivienda colaborativa, que incluye desde espacios de trabajo compartidos hasta comunidades residenciales colaborativas, se expanda y diversifique.
A esta tendencia generalizada de PPU se suman la inflación, el alto coste de la vida y el creciente modelo de teletrabajo que impactan directamente en el mercado inmobiliario.
Es por ello por lo que el modelo de vivienda colaborativa aborda no solo la necesidad de espacio habitable, sino también la creciente demanda de experiencias sociales. Jóvenes y estudiantes ya no son los únicos que comparten piso, sino que cada vez surgen más modelos de vivienda compartida, como los coliving que acogen también a jóvenes profesionales y nómadas digitales, o pensionistas que alquilan habitaciones libres para recibir ingresos extras e, incluso, combatir la soledad no deseada.
“Los datos demuestran esta tendencia, según Spotahome, el número de alquileres de habitaciones en pisos compartidos en 2023 ha aumentado en casi un 50% con respecto a 2022”, apunta Garbayo.
3. Digitalización de la burocracia y los procesos
El sector del real estate está experimentando una marcada tendencia hacia la digitalización en todos los aspectos del proceso. Desde la búsqueda inicial hasta la firma de contratos, la tecnología está redefiniendo la forma en la que se interactúa en el mercado inmobiliario. Las plataformas online han pasado de ser simplemente un escaparate de viviendas a convertirse en herramientas integrales que simplifican y agilizan todo el ciclo.
La búsqueda de propiedades, antes limitada a visitas físicas, ahora se pueden realizar íntegramente online, proporcionando a los compradores o inquilinos una experiencia más eficiente y centrada en sus necesidades reales. También, a través de vídeos y VR se pueden realizar recorridos virtuales por las viviendas de forma cómoda brindando una perspectiva más inmersiva y facilitando la toma de decisiones.
La firma electrónica de contratos y documentos ha eliminado la necesidad de trámites burocráticos prolongados, acelerando el proceso de cierre de transacciones. De hecho, según los datos de Spotahome, las reservas de alquileres a través de dispositivos móviles han aumentado un 30% con respecto a 2022, y a través de ordenadores desktop han aumentado un 25%.
4. Resurgimiento de áreas urbanas secundarias y de la España rural bien conectada
Las ciudades y barrios secundarios, así como la España rural bien conectada experimentarán un aumento en la demanda. Desde el COVID, y con la creciente aceptación del trabajo remoto, se buscan viviendas en ubicaciones que ofrezcan una combinación de calidad de vida, infraestructura, accesibilidad y precios más ajustados. Es por ello por lo que el foco de la atención inmobiliaria se irá desplazando también hacia esas áreas urbanas secundarias. Los inversores, atentos a estas señales, están participando activamente en la revitalización de estas áreas.
“Proyectos de desarrollo inmobiliario, tanto residenciales como comerciales, están dando nueva vida a barrios antes pasados por alto, generando un impacto positivo en la economía local y en la comunidad, así como descongestionando áreas masificadas y con exceso de demanda”, revela el director de operaciones de Spotahome.
Aquí la tecnología puede desempeñar un papel crucial en esta tendencia, facilitando la gestión eficiente de propiedades y la interacción con inquilinos de forma totalmente digital, para evitar desplazamientos. “En Spotahome simplificamos los procesos como la búsqueda de inquilinos, la gestión de contratos y pagos y el mantenimiento de propiedades, optimizando la experiencia tanto para propietarios como para arrendatarios, eliminando las visitas físicas”.
5. Inversión en bienes raíces destinados al arrendamiento
Uno de los impulsores clave de esta tendencia es la creciente demanda de viviendas en alquiler acorde a la coyuntura: los elevados precios de una vivienda en propiedad, los cambios en las preferencias de estilo de vida, junto con la movilidad laboral y el aumento de la población urbana, han generado una demanda que no se corresponde con la oferta del mercado.
Las preferencias de inversión, según Garbayo, se centrarán en “propiedades inmobiliarias con unas características particulares: de tamaño reducido pero prácticas y bien ubicadas, barrios a las afueras u otras ciudades, pero bien conectados con núcleos urbanos, barrios emergentes, casas o edificios que puedan reformarse para alquilar en diferentes habitaciones o viviendas”.