La adjudicación de los Fondos NGEU a empresas y autónomos, “absolutamente clave para España”, manifestó Pablo Junceda del Sabadell
El guion planeado para la economía este año “es de crecimiento moderado”, pero, “aunque la previsión es optimista, es recomendable tomar precauciones”. El director general de Sabadell Gallego, Pablo Junceda, compartió hoy con socios del Círculo de Empresarios de Galicia, las perspectivas económicas que maneja, para dar un consejo: “Abróchense los cinturones, aterrizamos”, que era el título de su charla.
“Abrochamos los cinturones para iniciar ese descenso, confiando en alcanzar la pista en tiempo y forma para, en un tiempo prudente, prepararnos para un nuevo despegue”, aceptó el presidente del Círculo, Manuel Rodríguez, antes de pasarle la palabra al invitado al acto de Tribuna, no sin antes aludir al riesgo de turbulencias.
Turbulencias que tampoco descarta Junceda, que enumeró entre ellas las guerras actuales, nuevos conflictos que puedan provocar problemas en las cadenas de suministro, catástrofes naturales, y la previsible volatilidad política: “En siete de los diez países más poblados del mundo se celebran elecciones este año”, subrayó el director general del Sabadell Gallego.
No obstante, Junceda confía en la normalización de la economía, en “una senda de desaceleración gradual”, con tasas de inflación próximas al 2 %y bajada de tipos de interés.
En su opinión, la política restrictiva de los bancos centrales ha funcionado bien, logrando la reducción de la inflación, y se espera que los tipos vuelvan a sus niveles normales en breve. “Aunque la economía se está desacelerando, las previsiones son que cerremos un año de crecimiento”, dijo. “Espero que este ciclo inflacionista a nivel global se recuerde como una de las pocas experiencias exitosas de perfecta desinflación, siempre que no se materialicen los riesgos geopolíticos que nos acechan”.
A ESPAÑA LE IRÁ MEJOR
De esta manera, la previsión de crecimiento para la UE en su conjunto es del 0,7 % (frente al 0,5 de 2023), mientras que para España se sitúa en el 1,7 % (frente al 2,5 del pasado ejercicio).
Esta diferencia positiva a favor de nuestro país se debe al buen comportamiento del empleo; al mayor peso del sector servicios, cuya demanda se incrementó tras la pandemia, mientras la industria sufre los altos costes energéticos; a los doce años consecutivos de superávit en nuestra balanza por cuenta corriente; a la reducción del endeudamiento privado; y a los más de 160.000 millones de los Fondos Next Generation.
No obstante, sobre este último punto, Pablo Junceda considera necesario que la puesta a disposición de estos fondos por sus beneficiarios gane impulso: en 2023 solo se adjudicaron a empresas y autónomos fondos por importe de 17.000 millones. “Ponerse de una vez por todas manos a la obra con este tema es absolutamente clave para España, las empresas españolas y las familias de nuestro país”, dijo.
Como contrapunto, España precisa mejorar en equilibrar sus cuentas públicas, en productividad (“hemos crecido en producción y en empleo, pero es un crecimiento sin productividad”, subrayó tildando de ‘ocurrencias’ cuestiones como la limitación de horarios), y en políticas que favorezcan la seguridad jurídica, el funcionamiento eficiente de los mercados y la actividad empresarial: “Esto tiene que ser la prioridad para la política económica para los próximos años”.
FAKE NEWS
También habló Junceda sobre la situación de la banca, hoy “más sólida y mejor”, tras el proceso de reforzamiento cuyo último hito “ha corrido paralelo al nuevo ciclo de normalización de los ciclos de interés”.
Desde 2014 hasta 2022, el tipo de depósito del BCE estuvo en negativo, una situación extraordinaria y desconocida en la banca. ”Vivimos en una época inclinada a la desinformación, las fakes news y la falsedad en general: a la época extraordinaria en que los tipos de interés eran negativos, la llamaban normal, como por normal se tenía por algunos la rentabilidad ROE del 3 /4 % que obtenía la banca entonces y que no cubría ni de lejos sus costes de capital”.
Sobre esto último, Junceda recordó que el sistema bancario español obtuvo más de 30.000 millones de euros de beneficio en 2007, “por lo que obtener 26.000 en 2023 no parece un gran avance”. En 2007, la rentabilidad media del sistema bancario era del 17 %; el pasado ejercicio fue del 12,29 %.
“A partir de aquí se entiende que algunos piensen que si estos beneficios y los tipos de interés actuales del 4 /4,5 % son extraordinarios, tengan que estar gravados por impuestos también extraordinarios”, ironizó.