Lucha contra la avispilla del castaño
La Consellería de Medio Rural acaba de iniciar la suelta de 1,6 millones de individuos del parásito Torymus Sinensis para consolidar su lucha contra la avispilla del castaño. La Xunta invertirá más de 2,2 millones de euros en 2021 para combatir la plaga con este método natural.
En concreto, la Dirección General de Planificación y Ordenación Forestal comenzó estos días a realizar las primeras sueltas en las comarcas de A Coruña y Pontevedra, donde las condiciones meteorológicas permitieron que los castaños ya brotaran. En las próximas semanas, los trabajos conseguirán también las provincias de Lugo y Ourense.
En esa línea, hace falta señalar que el momento de la suelta depende de cuando comienzan a crecer las hojas de los castaños y, por tanto, las bugallas. Así, cuando hay un número suficientes de bugallas en un soto se procede a la suelta de los parásitos. Cabe destacar que el número de Torymus sinensis a soltar depende de la superficie de sotos y plantaciones de castaño existentes, con el objetivo de que el parásito comience de forma natural su expansión y proteja así estos enclaves naturales.
Para llevar a cabo los trabajos, Medio Rural vuelve a contar este año con la colaboración de la Indicación Geográfica Protegida Castaña de Galicia y de distintas cooperativas y asociaciones relacionadas con el manejo de los sotos y la producción de castañas, que facilitan los datos del momento en que brotan las hojas de sus sotos para optimizar las sueltas de los parásitos.
Cabe recordar que la producción de castaña en Galicia, sobre todo en zonas de alta montaña, se estima en 20 millones de kilos, lo que supone cerca de unos 50 millones de euros una vez comercializado el producto. De ahí la importancia de seguir apostando por un método capaz de frenar el avance y disminuir los daños que ocasiona la plaga de la avispilla en los castaños.
EFECTIVIDAD
Desde el año 2015, cuando se comenzó con este sistema natural, se liberaron un total de 4,1 millones de individuos del parásito Torymus Sinensis por toda la geografía gallega, lo que supuso una inversión de la Xunta de más de 5,8 millones de euros. Ahora se trata del único método existente para luchar contra este organismo y el resultado de las sueltas muestra la efectividad de la medida, que está siendo un referente en otras comunidades autónomas y, incluso, en otros países.
En este sentido, cabe señalar que, en la campaña 2019/2020, las parasitaciones obtenidas consiguieron de promedio un 3% en las zonas de mayor superficie de castaños y, por lo tanto, de producción de castañas (zonas de sotos del interior de Lugo y de Ourense), lo que garantizó el establecimiento de poblaciones estables del parásito. Con todo, en algunos de los puntos analizados la parasitación llegó al 20% y, puntualmente, al 44%. Teniendo en cuenta estas cifras del asentamiento del Torymus, se constata que la Xunta comienza a ganar la batalla contra la avispilla del castaño a través de la lucha biológica.
EN LOS SOTOS
Para asegurar la supervivencia de los parásitos soltados del Torymus sinensis, y que se pueda asentar su población, es muy importante tener en cuenta alguna recomendación a la hora de realizar los trabajos en los castaños. En este sentido, no se deben emplear insecticidas para la erradicación de la avispilla porque, aunque no entra en la bugalla, sí puede afectar a los parásitos naturales de la avispa del castaño y mismo al propio Torymus. Tampoco se deben eliminar nunca las bugallas secas, porque es donde permanece el parásito hasta su emergencia en la siguiente primavera. Finalmente, es preciso evitar los desbroces cerca de los castaños en primavera, ya que los Torymus se alimentan del néctar de las flores del soto, mientras se aparean y ponen los huevos en las bugallas frescas.
Por el contrario, se pueden podar los castaños pero no quemar o eliminar los residuos, ya que el Torymus puede vivir dos años dentro de las bugallas secas, antes de emerger para parasitar bugallas frescas. Además, se recomienda regar durante el verano para prolongar el período de crecimiento de brotes nuevos -así estos quedan fuera del período de puesta de la avispa- así como fertilizar para incrementar el vigor de los árboles y que puedan resistir mejor el ataque de la plaga.