La Inteligencia artificial, una auténtica revolución en la profesión periodística
La inteligencia artificial está experimentando un crecimiento exponencial, también en el mundo de la comunicación, y los avances se suceden a una gran velocidad. Por ello, gran parte de los 25 expertos que participan en el octavo número (primero en formato digital) de la revista “Comunica” de la Asociación de Periodistas de Galicia (APG), coinciden en señalar que es necesaria una mejora de la formación de los profesionales de la información en cuanto a programación y datos, al tiempo que deben poner en valor las técnicas periodísticas y buscar en todo momento un uso responsable de las nuevas herramientas de la IA.
La APG presentó esta mañana “Comunica” en un desayuno informativo que tuvo lugar en el hotel Puerta del Camino de Santiago de Compostela, con la participación de su presidenta, María Méndez; el coordinador de “Comunica” y miembro del Consejo Directivo de la APG, Octavio Rodríguez Nieto; y dos de los expertos que reflexionan sobre la IA en la publicación: el catedrático de Periodismo de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Xosé López García; y el decano y profesor de la Facultad de Ingeniería y Tecnología Empresarial de la Universidad Intercontinental de la Empresa (UIE), Eladio Dapena González.
María Méndez agradeció “el enorme coraje de los ilustres compañeros, colegas, profesores, científicos, académicos, técnicos y profesionales, que en este número de Comunica nos ofrecen su particular visión alrededor de esta área, de un modo práctico, sencillo y didáctico”. “Unas lecturas”, afirmó, “que estamos seguros de que despertarán el interés de la profesión, pero también del resto de la sociedad”.
“Comunica regresa después de algún tiempo”, añadió, “como plataforma para el análisis de las consecuencias que puede tener para nuestro sector esta naciente herramienta de la IA, como un espacio de debate sobre las enormes incógnitas, pero también sobre las imprevisibles oportunidades que su aplicación va a generar en nuestro ámbito laboral y social”. “No queremos, ni debemos, quedarnos al margen de su implementación, que podría suponer una auténtica revolución en nuestra profesión, por lo que esta publicación nos permitirá disponer de un punto de partida sobre el que podemos construir argumentos que reflejen nuestra implicación absoluta con el devenir del periodismo”.
“Contar lo que pasa y realizar análisis profundos”
Por su parte, Xosé López aseguró que lo más importante ante los nuevos retos es “contar con una estrategia detallada para emplear la IA”, lo que según él no significa que los periodistas no debemos dar pasos adelante, entre los que citó, en primer lugar, “adquirir conocimientos en programación para poder hablar de tú a tú con los equipos profesionales de diferentes disciplinas que hoy tienen un papel central en la nueva conformación y funcionamiento de las redacciones de la era digital”.
En segundo lugar, afirmó López, los periodistas “debemos apostar fuerte por aprovechar nuestras fortalezas, aplicando nuestras técnicas profesionales para disponer de buena información sobre estos procesos y centrarnos en lo que sabemos hacer bien: contar historias, explicarle a la gente lo que pasa, con técnicas actuales”. Y en tercer y último lugar, recordó que “el análisis profundo, con datos conseguidos con IA o sin IA, fundamentados y razonados, corresponde a los periodistas”. Es decir que, para López, “no podemos cerrar los ojos ante esta nueva realidad, pero tenemos que cultivar el periodismo de calidad, ya que con o sin inteligencia artificial, en el periodismo, lo básico permanece”.
Uso responsable y beneficioso para la sociedad global
Por último, Eladio Dapena, indicó que, “ante los desafíos y oportunidades sin precedentes que supone para la sociedad global la inteligencia artificial, es crucial comprender, tanto su desarrollo tecnológico, como el nivel de conciencia que tienen las personas sobre su existencia”. “En cualquier caso”, añadió, “aún falta un buen tiempo para que estos sistemas consigan alcanzar el nivel de la inteligencia humana, por lo que por ahora son dependientes de los datos que se usan para su entrenamiento, cuya selección puede comprometer su transparencia con riesgos significativos de prejuicios, discriminación, dilemas éticos, injusticias, seguridad…”.
Dapena incide en la “clasificación de la inteligencia artificial desde la perspectiva de quienes la utilizan, de forma directa o indirecta”. Según él, eso se logra “a través de un ejercicio crítico y subjetivo, que tiene lugar en el momento tecnológico que está viviendo la sociedad actual”, al tiempo que advierte de “los riesgos que conlleva el uso desinformado de la IA”. Y afirma que “la IA requiere una comunicación efectiva y una comprensión generalizada para su uso responsable y beneficioso para la sociedad global”. “La diversidad de perfiles de usuarios y la necesidad de abordar la desinformación, plantean desafíos importantes, que deben ser afrontados de manera inmediata y colaborativa por la sociedad en su conjunto”, concluye. “Es fundamental fortalecer las habilidades y la comprensión de quienes usan la IA, especialmente en los casos considerados como más vulnerables”.
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