Las Acacias–Montecastelo superan el primer escalón de un desafío que reportará desde el espacio datos empíricos sobre la biodiversidad de la Tierra
Gran algarabío el que corría este viernes por los pasillos y despachos del Colegio Las Acacias – Montecastelo. Y no es para menos. El comunicado oficial emitido por la Agencia Espacial Europea, en un mail enviado al profesor Bernardo Longa, Coordinador del Equipo Académico e Innovación del centro educativo vigués, informaba del gran interés que esta agencia ha mostrado por la propuesta que un equipo conformado por alumnos de 1º y 2º de ESO han diseñado para realizar un experimento científico que mejore la comprensión del ser humano sobre la vida en la Tierra y nuestro futuro hábitat en el espacio.
En un formato de inmersión educativa, la Agencia Espacial Europea y la Fundación Raspberry Pi, han creado el proyecto Mission Space Lab – Laboratorio de Misiones Espaciales, con la finalidad de realizar experimentos científicos a bordo de la Estación Espacial Internacional – ISS, diseñados por alumnas y alumnos del continente europeo.
Esta propuesta se desarrolla a lo largo de todo el curso escolar dividida en cuatro fases, que comprenden desde el registro de ideas hasta el análisis final de datos. Las Acacias–Montecastelo ha superado el primer escalón con un desafío que reportará desde el espacio datos empíricos sobre la biodiversidad de la Tierra, recopilando imágenes usando el sensor infrarrojo del Astro Pi Izzy (computadora utilizada en la Estación Espacial Internacional), y que se programa con un lenguaje específico de alto nivel denominado Python.
Tras la toma de imágenes se identificarán las regiones de vegetación, agua y otro tipo de compuestos terrestres, estudiando las emisiones de CO2, antropogénicas y biogénicas proporcionadas por el centro de datos del proyecto Copernicus Global Land Service de la ESA y la propia NASA, y vinculados a la acción directa del ser humano sobre la Tierra como la deforestación o la contaminación, entre otras interacciones.
Tras la conclusión del proyecto y su posterior programación, el software será probado por un astronauta desde la Estación Espacial Internacional.