Margarida Dias, directora de Grupo de Teatro do Vez: “Para mí solo hay buen o mal teatro”
Margarida Dias y su hermana Albertina son el ‘alma mater’ de Grupo de Teatro do Vez, una compañía de teatro amador de Arcos de Valdevez, Portugal. Las dos hermanas actúan como “gemelas” a la hora de elegir las piezas y al interpretar en el escenario. Sorprende ver la conexión que existe entre ellas. Acaban de organizar el IV Encentro Luso-Galaico de Teatro en la Casa de las Artes de Valdevez. Pese a las noches frías y la pandemia, el público acudió rendidamente a ver su estreno ‘O Homem do Quiosque’ así como a la compañía de Ponte de Lima, Duplaface Companhia das Artes con ‘Alguém terá de morrer’, de Luiz Francisco de Rebelo, o con la actuación del grupo gallego Carvot que representó ‘Balbordo’. Todo esto en colaboración con la Câmara arcuense. Para facilitar esa descentralización cultural que pretende el municipio, el Grupo de Teatro do Vez contará, a partir de ahora, con una furgoneta para poder desplazar actores y actrices con los materiales para las representaciones. Margarida está feliz, por todo esto, en la noche del estreno.
Albertina y ella fundaron el Grupo de Teatro que forma parte de Enredos y Enigmas Asociación de Teatro. Pero para facilitar las cosas se dan a conocer como Grupo de Teatro do Vez. Las dos hermanas son las que seleccionan las piezas que representarán. “Tenemos un cuidado muy especial en seleccionar autores portugueses. Y dentro de ellos, autores arcuenses”. En el caso de ‘O Homem do Quiosque’, la autoría es de Tomás de Figueiredo. Aunque no nació en Arcos de Valdevez, vivió parte de su vida y escribió sobre sus gentes. La pieza anterior, de Teixeira de Queirós, escritor arcuense. Y la primera pieza, ‘El regreso inesperado’, es obra de un autor de Valdevez.
Y añade el motivo: “Nosotras pensamos que es una forma de valorizar nuestra cultura, nuestros autores…Y una forma de aproximarse a la cultura arcuense y llevarla a nuestro vecinos que viven en las aldeas. Es muy importante porque para que tengan acceso a la cultura”.
Margarida rememora un suceso que le ocurrió en la parroquia de Sistelo. Ya representaron varias veces allí, pero la primera vez asistió un grupo de personas mayores. Una, muy mayor, le confesó que era la primera vez en su vida que veía una pieza de teatro. Nosotros quedamos muy sensibilizados”.
Vuelve a su conexión con su hermana Albertina. “Funcionamos como si fuésemos gemelas. Nos coordinamos, leemos, elegimos…en conjunto. Después lo trasladamos al grupo de actores y actrices que se adhieren…Ya saben que el ‘Departamento’ escoge y selecciona los textos y siempre les ha ido bien…”.
Para esta actriz amateur, la distinción acertada no es teatro amador y teatro profesional, sino buen o mal teatro. E ironiza: “El teatro amador…no es un teatriño…una cosita para reír…algo menor”. Y explica como en su grupo han contratado a una profesora-directora profesional, Silvia Barbosa, y ya es la cuarta pieza que preparan con ella. “Silvia es muy profesional, muy dinámica, muy crítica…A nosotros nos gusta mucho su trabajo y conseguimos ese nivel de calidad para que el público…no diga que es teatro amador y por eso no tiene calidad”.
Al contrario; relata Margarida Dias cómo ha escuchado aquello de ‘parecen actores profesionales’. En una ocasión le decían: ‘Yo ya he visto piezas de profesionales que no tenían nada que ver con las vuestras’. “Eso para nosotros es muy animante. Nos esforzamos y trabajamos mucho para esto, y es duro. No es fácil. Requiere un esfuerzo, mucho estudio, mucho trabajo en casa…Son muchos ensayos, muchas horas de trabajo, muchas horas en soledad para aprender los textos. ¡Pero a nosotros nos gusta!”