José Carlos Martín, director de la oficina de las causas de los santos del Opus Dei en España: "Para que nuestros candidatos a la santidad avancen, pedirle cosas a Dios, pero pedírselas descaradamente, con mucha fe"

José Carlos Martin de la Hoz es Dr. en Historia de la Teología. Dirige la oficina del Opus Dei en España que lleva los procesos de beatificación y canonización.

El Dr. José Carlos Martín de la Hoz, responsable de los procesos de canonización del Opus Dei en España, destaca la continua presencia de personas con fama de santidad en la Obra y la importancia de los milagros para avanzar en las causas, especialmente en el contexto del siglo XXI. Se enfatiza la promoción de matrimonios como modelos de santidad, siguiendo la línea del Papa Francisco, y se mencionan varias figuras en proceso de canonización como Álvaro del Portillo, Guadalupe Ortiz de Landázuri y otros.

José Carlos Martín de la Hoz es Dr. en Historia de la Teología. Dirige la oficina del Opus Dei en España que lleva los procesos de beatificación y canonización. Es asesor de la Conferencia Episcopal Española en estos temas. Le entrevista Diario Luso-Galaico en una de las sedes del Club Familiar Doira-Albeiro, donde acaba de impartir una charla-coloquio titulada: "Santos... ¿en el siglo XXI?".

Desde la última entrevista realizada a D. José Carlos (2022), y la primera antes de la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri, en 2019, seguro que han avanzado nuevos casos de laicos del Opus Dei que han muerto en olor de santidad.

D. José Carlos: Gracias a Dios, en el Opus Dei, la Obra, como parte de la perenne juventud de la Iglesia, mueren personas con fama de santidad. Como siempre, hay que abordar esos estudios con la máxima ilusión, con la máxima expectación, porque el Espíritu Santo sigue haciendo un trabajo maravilloso de santificación de las almas. Lo único que nos pide la Iglesia es que seamos prudentes, cautos, antes de empezar un proceso para no crear falsas expectativas. Hay que tener en cuenta que un proceso es algo largo, complejo y que la Iglesia estudia con gran seriedad... ¿Cuál es la clave para abrir un proceso de canonización? Ver si la fama de santidad y favores ha trascendido al ámbito de la familia, de los amigos, de la Prelatura del Opus Dei, en este caso.

José Carlos Martin de la Hoz es Dr. en Historia de la Teología.
Dirige la oficina del Opus Dei en España que
lleva los procesos de beatificación y canonización.

Por ejemplo, hace unos días, en el Dicasterio, estaban estudiando el caso de un limosnero de la Orden de San Juan de Dios, de 92 años, y se preguntaban en el Dicasterio qué sentido tiene un limosnero de la Orden de San Juan de Dios de 92 años para el hombre y la mujer del siglo XXI. ¿Qué sentido tendría proponer a esa persona como modelo? Y en ese momento, el Prefecto le comunicó al Promotor de Justicia que había una causa compleja en Brasil y le propuso viajar allí. Tomó los aviones correspondientes y un taxi. El taxista llevaba unos rosarios colgados del retrovisor con una estampa que se balanceaba. Y aunque estaba agotado, ya por deformación profesional, le pidió al taxista que se la dejara. Se la pasó y vio que era el limosnero de 92 años, español, de la Orden de San Juan de Dios. Llegó al hotel, hizo el cálculo horario y vio que eran las tres de la madrugada en su país y le mandó al Prefecto una nota de WhatsApp: "¡Milagro, Dios quiere que llevemos adelante esta causa!". Es decir, que cuando Dios quiere que se haga una Causa, lo más importante es secundarla.

En ese sentido, gracias a Dios, ha surgido el caso de Joaquín Romero, un joven que murió con 50 años. Lo bonito es que cuando se le diagnostica la enfermedad de Esclerosis múltiple es precisamente el día en que va a realizar el último examen de su carrera y ya está tan avanzada la enfermedad que no puede sujetar el bolígrafo y tiene que pedir que le examinen oralmente. Él llevó esa enfermedad desde los 22 años hasta los 50 heroicamente, con una gran simpatía, aceptando la voluntad de Dios y buscando el modo de hacerle la vida feliz a los demás. Es decir, si esta Causa va adelante, sería un perfecto intercesor para los enfermos de Esclerósis múltiple, porque no solo padeció la enfermedad de ellos, sino que se interesó y buscó con empresas informáticas e instituciones formas de facilitarles la vida a los enfermos.

E.: -Es decir, los santos son nuestros amigos y cada uno tiene una especialización...

DJC: En cierta manera, sí. Aunque estos santos del Opus Dei son santos del medio de la calle, con la peculiaridad de que se dedican sobre todo a cosas muy menudas. Esto es muy bonito porque, por una parte, son característicos: un problema económico se lo pides a Isidoro Zorzano, un problema médico se lo pides a Eduardo Ortiz de Landázuri... esto es muy fácil. Pero lo que la Iglesia nos pide son milagros, no solo favores. Por eso, a la vez, es una ventaja, pero también un inconveniente, porque llegan muchos favores pequeños, pero faltan de los grandes, como los cánceres espectaculares, que son la manera de demostrar que la voz de Dios ha sonado.

E: -Dentro de este grupo de fieles de la Obra, ¿Cuáles están dando sus primeros pasos...?

DJC:-Bueno, siempre que hablo con el Prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, él, como buen físico de carrera y teólogo, me dice: "Hijo mío, vayamos a lo práctico. Es decir, encomendemos en primer lugar las cosas al beato Álvaro del Portillo y a la beata Guadalupe Ortiz de Landazuri, puesto que con un milagro serían canonizados y su devoción pasaría a ser universal. En segundo lugar, acudamos a Montse Grases e Isidoro Zorzano, que los dos son Venerables Siervos de Dios y que con un milagro podrían ser beatificados. Habría que añadir a la lista a Ernesto Cofiño, que es el primer supernumerario de Centroamérica y médico pediatra de profesión, que falleció con fama de santidad y ya es Venerable Siervo de Dios. Luego habría que añadir, enseguida, a los matrimonios, porque son especialmente queridos por el papa Francisco, que, en unión con san Juan Pablo II, está promoviendo esos matrimonios camino de la santidad, ya que son la mayoría del pueblo cristiano. Por tanto, hay que proporcionarles modelos intercesores que estén muy cerca de las realidades del pueblo cristiano. De la Obra está el matrimonio Ortíz de Landázuri -Eduardo y Paquita- y el matrimonio Alvira, Paquita y Tomás. Luego vendrían los demás, que gracias a Dios son muchos. Cada día van consolidándose la devoción privada y es espectacular. Algunos son muy antiguos, como José María Hernández Garnica, José Luis Múzquiz, Encarnita Ortega, Dora del Hoyo... Y este nuevo que se llama Marcelo Câmara, un portugués-brasileño que era abogado. Un hombre que se convirtió, empezó colaborando intensamente en la vida de la parroquia. Un día conoció el Opus Dei, fue un flechazo fulgurante y en unas semanas pidió la admisión en la Obra. Hizo un gran apostolado, intensísimo, con fiscales, con abogados, con jueces... Es decir, esa ilusión de recuperar el sentido jurídico en Brasil, que es importante para estabilizar la sociedad. Murió repentinamente con 28 años, de los que sus últimos 5 años fueron de vocación al Opus Dei.

E:-Para que progresen en su camino hacia la santidad, con estos fieles de la Obra que murieron con fama de santidad, qué tenemos que hacer para favorecerlos?

JC: -Es bonito ver en el Evangelio, cuando el Señor concede un milagro, por ejemplo, la curación de un leproso, siempre les dice: "Vete y preséntate al sacerdote". En el Antiguo Testamento, en el libro del Levítico, se indica que cuando uno recibe un regalo de Dios, una curación o un milagro espectacular, debía decírselo a los sacerdotes, que tomaban nota. De modo que las obras de Dios quedaban escritas para el gozo del pueblo y la constatación de la providencia ordinaria. Por eso es bonito que los milagros en el Evangelio son siempre para hacer la vida feliz a los demás, para que los hijos de Dios tengan la seguridad de tener un padrazo en el cielo. En este sentido, para que nuestros candidatos a la santidad avancen, pedirle cosas a Dios, pero pedírselas descaradamente, con mucha fe. Por eso suelo recomendar a la gente que primero rece una estampa para pedir fe y después recen otra estampa para pedir con fe.