Adriana Domínguez, presidenta ejecutiva de Adolfo Domínguez: “Los portugueses son excelentes proveedores en materia de sostenibilidad”
“Diseñamos con criterio de atemporalidad, moda para hoy y mañana, porque el gran reto para nosotros es la sostenibilidad. La actividad humana pesa en el planeta y hay que repensar las cosas para hacerlas mejor”. La presidenta ejecutiva de Adolfo Domínguez, Adriana Domínguez, compartió esta mañana sus reflexiones con el economista y asesor Andrés Alonso Seisdedos, en un nuevo encuentro de ‘Conversaciones con Andrés’.
El gran desafío es mantener la marca viva. Y en esto, decisiones como la salida a Bolsa contribuyen a la resiliencia y a que la empresa permanezca en el tiempo. Pero también los impactos contribuyen: impacto estético e impacto medioambiental.
“Tenemos alma de nicho”, señaló Adriana Domínguez para explicar por qué esta empresa textil no está en todos los rangos de la moda. Su producción se centra en “ropa para crear impacto: esa ropa que te pones para una entrevista, una conferencia, una boda” y que está pensada para la perdurabilidad. Y el objetivo de ese impacto estético (la atemporalidad) redunda en el impacto ambiental.
Un impacto ambiental que todavía ha de afrontar un problema importante: “La circularidad es un gran reto. El gran problema del reciclaje está en la mezcla de las fibras; aún hay un reto tecnológico en cómo separarlas para reciclar, y todavía son muy utilizadas”.
INNOVACIÓN
Fundada hace 50 años, con 356 tiendas en 23 países y una facturación de 114 millones en el ejercicio 2022/23 (un 24 % más que el año anterior), en cada temporada la colección de Adolfo Domínguez incluye 1.200 referencias. “Es una vorágine de creatividad”, en la que la consigna tácita es la innovación, basada en la propia experiencia. Innovación y experiencia que posibilitaron a Adriana Domínguez emprender la transformación, manteniendo los valores de la firma, siempre con “la mirada abierta”.
Los equipos constituyen otro de los retos para las empresas, ante las demandas laborales de las nuevas generaciones. “Es importante que el talento quiera trabajar en tu empresa”, dijo.
Adriana Domínguez también abordó el problema de la sucesión en las empresas familiares, que pasa, en su opinión, por reconocer que los “mayores son grandes sabios”. Expuso como ejemplo el caso de Japón, donde el relevo se produce a los 65 años del empresario, por lo que “están entrenando desde los 50”. El conflicto en la sucesión, por el contrario, implica una pérdida de esa sabiduría veterana.
PRODUCCIÓN
“La pandemia fue letal”, reconoció. Al tiempo que se mantuvieron íntegros los gastos, cesaron los ingresos; la recuperación del consumo fue muy lenta. No obstante, posiblemente por el estrecho vínculo entre empresa y familia, “no piensas de dónde sacas los recursos; sabes que vas a estar ahí y a salir adelante. El amor a un proyecto da mucha fuerza”.
Fue el momento también del debate general entre globalización y relocalización. En este sentido, Domínguez recordó que la empresa tenía localizada la producción en Galicia hace 40 años, y posteriormente se amplió a Portugal. “Hace 20 años, se internacionalizó”. Producción y transporte fueron puestos en jaque por la pandemia, por lo que se tomó la decisión de trasladar parte de la producción a Portugal.
Aunque con menos presencia que en el escenario post-Covid en Portugal, la firma cuenta con un plan de proximidad. “Los portugueses son excelentes proveedores en materia de sostenibilidad”, subrayó.
Entre los retos futuros, la compañía tiene ante sí la rentabilidad en mercados exteriores como México- considerado un mercado estrella-, Oriente Medio y Latinoamérica; también la alerta ante las tendencias globales, si bien, “para marcas de autor como nosotros, hay que pensar como artista, hacer una propuesta y ver cómo encaja en el mercado global”.