Los organizadores de festivales y fiestas de todo tipo buscan minimizar su impacto en el entorno

El público en el recinto amurallado de Salvaterra. ARCHIVO.
Los vasos reutilizables, el uso de energías renovables o la mejora de las conexiones del transporte son solo algunos de los cambios que se vienen aplicando en organizaciones de este estilo. Sobre todo teniendo en cuenta que las nuevas generaciones dan más valor a la responsabilidad medioambiental que otros tramos de edad, llegando incluso a elegir unos productos en función de su compromiso con el reciclaje y el uso responsable de energía.

La concienciación medioambiental ya está presente en el sector del ocio y festivales. En plena oleada de medidas europeas para reducir el impacto humano en la naturaleza, son muchas las empresas que deciden modificar algunos de sus mecanismos para minimizar las consecuencias negativas en el entorno. También los organizadores de festivales y fiestas de todo tipo, cuyas decisiones acaban influyendo en las miles de personas que llegan sus eventos.

Los vasos reutilizables, el uso de energías renovables o la mejora de las conexiones del transporte son solo algunos de los cambios que se vienen aplicando en organizaciones de este estilo. Sobre todo teniendo en cuenta que las nuevas generaciones dan más valor a la responsabilidad medioambiental que otros tramos de edad, llegando incluso a elegir unos productos en función de su compromiso con el reciclaje y el uso responsable de energía.

“Hay una mayor concienciación. Los usuarios cada vez lo valoran más e incluso las las administraciones también le dan prioridad”, explica Iván Godia, responsable de organización de Skyline Nights. “Poco a poco se van incorporando nuevas ideas que ayudan a cumplir algunos de estos objetivos. Los resultados están siendo muy positivos y el impulso de grandes artistas facilita el proceso”.

A nivel internacional, de hecho, ya hay casos como los de Coldplay, que utilizó baterías recicladas para poder llevar a cabo sus actuaciones, reutilizó las pulseras decorativas que se cedían a los asistentes e incluso facilitó un punto de creación de energía a través de bicicletas en las que el propio público podía pedalear para aportar su granito de arena.

Poder organizar un ‘festival sostenible’ depende de muchas partes. Tanto los organizadores como los propios usuarios y los cantantes protagonistas tienen un determinado poder de acción para lograr cumplir los objetivos de sostenibilidad. “Hay artistas más concienciados, pero si la organización y los propios usuarios apuestan por reducir el impacto, se puede conseguir”, indica Godia.

La sostenibilidad del festival comienza desde el momento de elección de su localización y, concretamente, de la conectividad de transporte que esta tenga. Si cerca del área elegido hay estaciones de transporte público, la facilidad de los usuarios para llegar por esta vía y no en coches particulares reducirá la contaminación. También la presencia de lanzaderas o incluso de taxis por los que los usuarios pueden compartir el mismo vehículo.

En cualquier caso, el mayor peso lo tienen los organizadores. “Si una empresa apuesta por potenciar la sostenibilidad, se puede hacer y de maneras muy creativas que convenzan a los propios asistentes”, inciden desde Skyline Nights.

El merchandising es una de las maneras por las que se reduce el impacto. Es muy habitual que en este tipo de eventos se regalen objetos y recuerdos a los asistentes, por lo que las alternativas son dos: que sean de materiales que no contaminen o reducir el número de regalos. En este caso, como indican desde la compañía, “es complicado eliminar estos detalles porque es uno de los aspectos que valora el público y que favorece a las propias marcas presentes”.

También es fundamental los propios materiales que se disponen en las instalaciones, donde cada vez hay más foodtrucks y puestos de comida que se suman a las tradicionales barras de bebidas. “Aquí es donde más capacidad de acción hay”, reconocen desde la compañía. Y es que los vasos compostables son una de las opciones que se están popularizando, al igual que los vasos reutilizables por los que el usuario puede recuperar parte de su dinero si lo devuelve al final de la fiesta. “Hay muchos casos en los que no se devuelven, pero al soler tratarse de vasos más personalizados suelen acabar en sus casas como recuerdo”, explica Godia.  Incluso con la comida se pueden tomar medidas como usar proveedores locales.

Evidentemente, una de las claves es la de la energía. Coldplay utilizó baterías reutilizadas, pero también se está promoviendo el uso de generadores de bajas emisiones o de generadores de energía renovable, especialmente en lo que respecta a su obtención eólica. “Cada vez es más habitual buscar formas alternativas a las tradicionales”, sostienen.

Por último, también está en la mano de los propios asistentes que este círculo de acción se cumpla para lograr el objetivo de fiestas y festivales más sostenibles. “Es fundamental ponérselo fácil y hacerles llegar el mensaje de que pueden ayudar. La comunicación es lo más importante para contar con la colaboración de los usuarios”, explica Canelo. Facilitar el reciclaje de vasos y botellas, el acceso al transporte mediante un mapa de las instalaciones o incluso con la reutilización de las pulseras son algunas de las medidas.

Sobre SKYLINE NIGHTS:

Skyline Nights es una compañía de organización de eventos y grandes espectáculos con más de 300 actos al año. Creada por dos universitarios españoles en 2014, son referencia a nivel nacional gracias a la mezcla de innovación, tecnología y experiencia. Además de estar presentes en España tienen eventos en todo el sur de Europa.
 
Skyline Nights es especialista en relaciones con la Administración Pública de tres Estados de la Unión Europea con una extensa plantilla de trabajadores locales.