Manuel Díaz, arzobispo de Calabozo, Venezuela: “Los jovenes tienen muchos maestros como el teléfono móvil”
La parroquia de San Lorenzo de Salvaterra tuvo el honor de acoger la celebración de la santa misa oficiada por el arzobispo de la diócesis venezolana de Calabozo, Manuel Díaz. El prelado se encontraba de visita en Galicia, donde visitó a los siete sacerdotes de su presbiterio y a familias de emigrantes venezolanos.
En una entrevista concedida a Diario Luso-Galaico, el arzobispo señaló que algunos de sus sacerdotes no los veía hacía años y que esta visita era como la de un padre a sus hijos espirituales. "Los encontré contentos, realizando un trabajo pastoral y percibí el agradecimiento de las comunidades que atienden, las cuales en otros tiempos habían experimentado la ausencia de sacerdotes".
Respecto a las familias de emigrantes venezolanos, el arzobispo observó que se estaban adaptando a su nueva vida en Galicia, aunque enfrentando las dificultades propias de un cambio tan significativo.
Al ser preguntado sobre la situación de la Iglesia Católica en Venezuela, el arzobispo aseguró que, a pesar de que el régimen no es afín a la Iglesia, en general no existen grandes dificultades para vivir la fe. Sin embargo, reconoció que el episcopado venezolano realiza señalamientos en momentos determinados para orientar a los católicos. Además, destacó que las relaciones con las autoridades locales son cada vez mejores.
El arzobispo Díaz también compartió su visión sobre la situación de la Iglesia en Europa, señalando una cierta "frialdad en la fe" y una menor asistencia a los actos de culto por parte de jóvenes y niños. "Hay una crisis de fe en la práctica religiosa y en los sacramentos", afirmó, citando a países como España e Italia. Esta situación contrasta con la vivacidad de la fe en América Latina, donde la gente participa de manera más alegre y espontánea en las celebraciones religiosas.
Para el arzobispo venezolano, la clave para revitalizar la fe en Europa está en la familia. "Los hijos tienen que ver el modelo en sus padres", afirmó. Considera que la vida de piedad en familia, con la oración, la lectura del Evangelio y las conversaciones sobre temas religiosos, es fundamental para fortalecer la fe de las nuevas generaciones.
Díaz destacó que la presencia de inmigrantes latinoamericanos ha revitalizado algunas comunidades en Europa. En su diócesis, como en otras de Venezuela, se están llevando a cabo proyectos de catequización a largo plazo, enfocados en la transmisión de valores fundamentales a través de la repetición de conceptos clave.
El arzobispo concluyó su visita a Galicia con una sensación de satisfacción y esperanza. Su mensaje fue claro: la fe es un tesoro que debe ser transmitido de generación en generación, y la familia es el lugar ideal para cultivarla.