La pasada semana tuvo lugar en el Palacio de Deportes de Málaga la Fase Final de la Copa Davis 2023. En un principio, la gran favorita para llevarse la ensaladera era Serbia, liderada por un inconmensurable Novak Djokovic, que llegaba tras una temporada plagada de títulos, reforzando su hegemonía como el tenista más laureado de la historia, con el sueño de ganar su segunda Copa Davis como broche de oro a una temporada sublime, pero su estancia en Málaga acabó convirtiéndose en una pesadilla para él. Todos sus esfuerzos, con 36 años, no se han visto recompensados y se ha ido de vacío, y su comportamiento no ha estado a la altura de una leyenda del tenis que quiere ser recordado como el mejor de la historia. El controvertido Djokovic, en su partido contra Norrie, se encaró con el público británico, que le silbó y su respuesta no fue otra que hacer de director de orquesta. Los títulos por muy importantes que sean, no lo son todo en la vida ni mucho menos. Un tenista que ha ganado tanto en la pista, no puede perder las formas, su comportamiento tiene que ser ejemplarizante para todos aquellos niños que quieren seguir sus pasos.
La otra cara de la moneda ha sido Jannik Sinner, artífice de la gran victoria italiana, se echó el equipo a la espalda, ganó cinco partidos (tres individuales y dos dobles) en cuatro días de competición, y dos de ellos a Djokovic, tras levantar tres bolas de partido seguidas en un mismo juego, algo inaudito ante un rival como Novak. Ganarle a Djokovic dos veces en diez días es una hazaña, y dice bien a las claras de lo que puede ser capaz el tenista italiano. En la gran final Italia-Australia, disputada en la pista verde del pabellón malagueño, tras llevarse Matteo Arnaldi el primer punto de la eliminatoria para Italia, Jannik Sinner se enfrentó en el segundo partido individual al australiano Alex De Miñaur, venciendo el italiano con total autoridad, no le dio ninguna opción.
Si bien es cierto que Sinner no estuvo a su mejor nivel en la final del Torneo de Maestros en Turín, donde Djokovic impuso su ley, en Málaga ha sacado a relucir todo su talento y su mentalidad ganadora, asumiendo la responsabilidad de líder del equipo, como si de un veterano se tratase cuando solamente tiene 22 años, y se convirtió en el tenista del torneo, en el dueño y señor de esta Copa Davis. En 1976 ganó Italia su primera Copa Davis, hubo que esperar 47 años, para que de la mano de Jannik Sinner llegara la segunda ensaladera.
Sinner, tiene gran calidad técnica y una derecha demoledora, es muy rápido de piernas y su preparación física es excelente, es la bestia negra de Alcaraz (en su duelo particular, el italiano aventaja a Carlitos), tiene margen de mejora y un gran futuro por delante. Sin Federer, y más pronto que tarde, sin Nadal y sin Djokovic, vislumbro un futuro a corto plazo liderado por Carlitos Alcaraz y Jannik Sinner, los dos mejores, con diferencia, de la llamada ´Next Gen´.