Corsario, Siradella y Bon III, podio en Regata de la Frinsa en Riveira
La gran fiesta de la vela que convocó Ramiro Carregal para los empleados de Frinsa y sus familias, atrajo a un buen número de brillantes regatistas que, en una única jornada de competición trazada en sábado, relató una intensa travesía costera por el interior de la Ría de Arousa.
Esta vigésimo segunda edición de la regata organizada por el Club Náutico Deportivo de Riveira, repartió premios en las tres principales Divisiones de la Clase ORC, siendo en Regata el triunfador el velero del Club de Yates de Vilagarcía, Corsario, patroneado por Jorge Durán. Segundo fue el Siradella, del Real Club Náutico de Portosín, armado por Francisco Gude y César Álvarez; siendo la tercera plaza para el Bon III, el velero de Víctor Carrión que navega bajo la grímpola del Club Náutico Punta Lagoa.
En los Crucero/Regata venció el Orión, de Alberto Javier Pérez, del Monte Real Club de Yates de Bayona. El segundo peldaño del cajón del podio se lo quedó el Camping Ría de Arousa, de José Manuel Pombar, que navega con el Club Náutico Arousa Norte. Y el bronce fue para el Eibol, velero navegado por Jorge Carneiro, del Club Náutico San Telmo.
En los Crucero se subió a lo más alto el Cinco Islas Albariño, que sigue en plena forma gracias a labor de su patrón y armador, Iñaki Carbajo, del Club Náutico Beluso. Segundo ha sido el Fixius, de Miguel Pérez-Lafuente, del Real Club de Regatas de Galicia. Y tercero el Galopín, de Manuel Franco, del club anfitrión, el Náutico y Deportico de Riveira.
Salida puntual con viento del suroeste, con puntas de 12 nudos y bajando en ambos recorridos, uno de 12 millas para los Regata y otro más pequeño de 10 para los Crucero/Regata y Crucero que salieron, de manera conjunta, 10 minutos más tarde que los Regata.
La entrega de premios estuvo presidida por Ramiro Carregal, quien ofreció una recepción a regatistas y empleados de Frinsa y sus familias, en una gran carpa instalada en el Puerto Deportivo de Riveira, agasajando con una comida marinera tras la competición, que fue seguida de cerca por dos grandes catamaranes con los invitados a bordo, disfrutando de una jornada de mar única.