Las cultas razones de Darío Villanueva

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El libro, editado por Espasa, es tanto un análisis exhaustivo de la historia del pensamiento racional como una llamada a la acción, a la recuperación del espíritu crítico erudito y de la Razón, con mayúsculas, como respuesta a un panorama de incorrección política, negacionismo científico, imposturas intelectuales, en el que se ha impuesto “una nueva pedagogía que ya no tiene en cuenta el aprendizaje de los contenidos, la memoria, ni el esfuerzo”, y en el que “las exhibiciones de la estupidez humana se vuelven fácilmente virales”. (...) 

Manipulación mediática y verdades construidas -fake news-, populismo y relativismo moral, crisis de la educación y el pensamiento crítico, el papel de los intelectuales..., “El Atropello de la Razón”, libro de Darío Villanueva resulta una exploración exhaustiva y crítica de cómo la razón, la lógica y el pensamiento riguroso se ven constantemente atacados y erosionados en la sociedad contemporánea. El intelectual gallego realiza un paseo analítico por la geografía del pensamiento de todos los tiempos, de todas las culturas, hasta llegar a este presente definido por un espíritu de posmodernidad, en que se ha instaurado “la quiebra de la racionalidad, herencia del pensamiento ilustrado:”

 

El libro, editado por Espasa, es tanto un análisis exhaustivo de la historia del pensamiento racional como una llamada a la acción, a la recuperación del espíritu crítico erudito y de la Razón, con mayúsculas, como respuesta a un panorama de incorrección política, negacionismo científico, imposturas intelectuales, en el que se ha impuesto “una nueva pedagogía que ya no tiene en cuenta el aprendizaje de los contenidos, la memoria, ni el esfuerzo”, y en el que “las exhibiciones de la estupidez humana se vuelven fácilmente virales.” Lo advierte un profesor emérito - ¿una consecuencia de la evolución involutiva?-, ex rector de la Universidad de Santiago y lúcido polímata, culto e imprescindible intelectual -evidencia-.

Alberto Barciela (izq.) y Darío Villanueva. 

Villanueva, con su aguda capacidad analítica y su profundo conocimiento de la literatura y la cultura, con su mordaz ironía, inteligente y divertida no pocas veces, aborda una serie de fenómenos y tendencias que, en su opinión, amenazan las conquistas civilizatorias y que deben obligarnos a reflexionar para poder defender la razón como un pilar fundamental de nuestra evolución. Lo que semeja imprescindible y urgente en una sociedad desinformada y fácilmente manipulable, con un sistema educativo decadente lo que deja a las generaciones jóvenes sin las herramientas necesarias para enfrentarse a la complejidad del mundo.

 

Darío no se limita a un diagnóstico superficial. A través de un recorrido histórico y cultural, sedimentado en el análisis y referencia de ciento setenta y cinco autores, examina cómo la razón ha sido fundamental en la construcción de la civilización occidental, desde sus orígenes, pasando por la Ilustración, hasta nuestros días. Y alerta sobre la crisis actual en la que la irracionalidad y el relativismo patentes parecen ganar terreno, poniendo en peligro los logros de miles de años de evolución, cambios y algunas pocas concluyentes conquistas racionales.

“El Atropello de la Razón”, según su autor, exdirector de la Real Academia Española y personalidad  de renombre internacional, refleja la facultad humana de pensar, reflexionar, imaginar, inventar, idear, “perfectamente diferenciable del acto concreto de “discurrir el entendimiento.”  Cual retruécano, Darío opta como lema inicial por un políptoton extraído de su amado Quijote “La razón de la sinrazón que a mi razón me hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura” (Don Quijote, I, 1). El caballero de Villalba sin embargo alcanza claridad de exposición y termina por apelar al “heroísmo de la razón”, que suple aquí al “Vale” de su admirado Cervantes, para culminar una obra que trata de servir a la sociedad como aldabón, agarradero o llamador, que para ambas funciones sirve.

 

Villanueva también aborda el relativismo moral, donde la falta de valores y principios sólidos lleva a una aceptación de la inmoralidad como algo normal. Advierte de la distorsión de la realidad y el uso de retóricas simplistas, que definen al populismo, no elude hablar con claridad de las argucias de Trump y alcanza la galaxia Post, y nunca pierde la perspectiva de otras crisis que supusieron aprendizajes y soluciones, pues entre tantas nieblas ha de hallarse la luz, el camino para las nuevas generaciones.

 

Hay algo más que apriorismos, que pulsiones intuitivas o retóricas, que hermenéutica incisiva, hay una intención de evitar falencias ya incurridas, existen propuestas para vadear los ingentes errores reiterados a lo largo de los siglos, mucho más que las risibles anécdotas citadas, en la obra existe una intención de debelar, vencer de modo definitivo al adversario por la fuerza o con argumentos, siempre con convencimiento, conocimiento y actitudes respetuosas con ese enemigo que suponen la ignorancia, el orgullo, las supercherías, la desconfianza, y todo ha de vencerse con la ayuda, con la actitud pugnaz, de un caballero de las letras que hace de su erudición el baluarte de su vocación: educar.

 

Darío Villanueva nos invita a mantenernos firmes en la búsqueda de la verdad y la justicia. Su obra está llega de migas de pan, nos indica, huella, un camino reflexivo sobre la condición humana, nos propone una invitación a reflexionar sobre nuestra responsabilidad en la promoción de un pensamiento más lúcido y ético, que nos permitirá gozar, como él ha hecho, del saber milenario de una estirpe que semeja autodestruirse, pero que es capaz de analizarse y componer tangos tan bellos como “Cambalache” -entenderán el por qué se lo digo si leen esta obra imprescindible-.

 

Alberto Barciela

Periodista