Fallece el sacerdote Antonio Hernández Matías a los 91 años
A los 91 años de edad ha fallecido en el día este martes en el Centro Hospitalario Povisa, Antonio Hernández Matías, después de 65 años de sacerdocio en entrega generosa y abnegada a la diócesis de Tui-Vigo, en la que a juicio de sus compañeros sacerdotes “Antonio Matías hizo de todo y se deshizo en todo”.
Nacido en
Villalpando (Zamora) ingresó en el Seminario de Tui como “vocación tardía”,
pues entonces así se decía de quienes aspiraban al sacerdocio después de haber realizado
diversos estudios previos o desempeñado ya algunas tareas profesionales.
Antonio H. Matías aventajado estudiante, se fue al Seminario siendo ya un muy
apreciado profesional administrativo en las oficinas de la Hispano Olivetti de Vigo. Fue
ordenado sacerdote en Salamanca (1955) en donde se licenció en Teología para
especializarse después en Sagrada Escritura. Al regresar a la diócesis el
entonces Obispo, Fray José López Ortiz, le nombró Profesor, Bibliotecario y Secretario
de Estudios del Seminario Mayor (1959), que ese año comenzaba su primer curso en
la ciudad de Vigo. Fue a la vez capellán de las Hijas de Jesús (1959) y profesor
de Religión del Colegio de las Carmelitas de Vigo (1959). Más tarde sería
Profesor de Religión del Instituto Santa Irene (1960), capellán de los HH de San
Juan de Dios (1962), y director espiritual de la Legión de María (1964). En
1965 se le nombra Director del Secretariado
diocesano de Catequesis y Director de la Obra de Vocaciones (1965) .
En el episcopado de
Mons. José Delicado Baeza, este le nombrará Inspector diocesano de Enseñanza
Media de la Iglesia (1970), Delegado diocesano de Apostolado Seglar (1970) y Vicario
Episcopal de Pastoral (1972), así como Delegado diocesano en el Concilio Pastoral de
Galicia (1972) y Rector del Seminario Mayor de San José (1972).
Terminado el tiempo de Administrador diocesano, comenzó su pontificado Mons. José Cerviño (diciembre de 1976) y el primero de enero del año siguiente, le nombró su Secretario Particular, encargo, carga y tarea que Antonio Matías ejerció con delicadísima fidelidad de hijo, de compañero y de devotísimo hermano. Junto con las tareas de Secretario personal del Obispo José Cerviño, en 1979 será nombrado otra vez Rector del Seminario Mayor y en 1986, Presidente de la Comisión Diocesana de Patrimonio Cultural y Director del Museo y Archivo Histórico Diocesano (1989) así como Vicario General (junio de 1995 a septiembre de 2001).
Desde julio de 1996 el nuevo Obispo diocesano será José Diéguez Reboredo, pasando Cerviño a ser Obispo Emérito que, por quedarse a vivir en la diócesis, seguirá teniendo a su lado a Antonio Matías quien no le abandonaría en sus cuidados hasta su fallecimiento en abril de 2012. En ese tiempo, Antonio Hernández Matías será nombrado Prelado de Honor de Su Santidad (2001), Deán y Presidente del Cabildo Catedralicio (2002) y Bibliotecario del Instituto Teológico San José de Vigo (2003).
A pesar de sus
múltiples ocupaciones, Antonio H. Matías, buscaba tiempo para su verdadera
pasión, la investigación histórica; por eso es autor de numerosos artículos de
minuciosa investigación sobre la
historia de la diócesis y sus Obispos. Don Antonio fue también impulsor de las Semanas
Bíblicas en la diócesis, canónigo Lectoral de la S. I. Catedral (1983), miembro
del Colegio de Consultores (1984), representante
Episcopal en la Fundación José Estévez (2005), miembro del Consejo Presbiteral
(2013), examinador Pro-Sinodal (1966), censor de libros y publicaciones (1972),
capellán de los Hermanos Misioneros de Teis, y, sobre todo y además, un humilde, servicial
y entregado sacerdote, incapacitado para
negarse a ayudar en cuanto necesitase
alguien a su alrededor.
En los últimos años, ya jubilado, Antonio vivía en la Residencia Sacerdotal Nosa Señora da Guía. El pasado jueves, 23 de abril a las 5 de la mañana, fue ingresado en el Hospital Povisa de Vigo, debido a una insuficiencia respiratoria. Al día siguiente el médico de la Residencia Sacerdotal solicito la prueba del Coronavirus y dicha prueba dio negativo de virus. El pasado domingo 26, a las 6 de la tarde, empeoró su situación: el corazón más débil y la insuficiencia mayor. El Delegado de Pastoral de la Salud acudió a administrarle la Unción de los Enfermos y alrededor de las 15 horas del día de ayer (28 de abril), la familia comunicaba su fallecimiento. Descanse en paz este humilde sacerdote, sabio, bueno y servicial. Cuando la situación actual se normalice se avisará oportunamente de la celebración de los funerales por su eterno descanso, tanto en la Catedral de Tui como en la Concatedral viguesa.