Doce bodegas arbenses
El municipio de Arbo es el prototipo de zona que cuenta con un microclima propio. La influencia atlántica de la que disfrutan estas tierras, con temperaturas suaves y precipitaciones abundantes, le permite, disponer de las horas de sol necesarias para que las uvas alcancen su punto exacto de madurez y llegado el momento, pueda dar un vino de excepcional calidad legitimado por una historia secular.
Encuadrados dentro de la Denominación de Origen Rías Baixas, los vinos de Arbo presentan exhaustivos controles de calidad que comienzan ya en las propias parcelas, con la inspección de las mismas y el estudio de las características de los viñedos. Estos rigurosos controles, continuarán posteriormente durante la vendimia, comprobando la uva que entra en cada una de las bodegas.
Un total de doce bodegas conforman la industria del vino en Arbo, siendo la actividad vitivinícola base de la economía para los arbenses, que de forma tradicional siguen manteniendo sus viñedos y sus vinos - informa el alcalde de Arbo – Horacio Gil, muchas de ellas con una tradición familiar, con conocimientos transmitidos de padres a hijos.
Las bodegas de Arbo han sabido estar, a la altura de las circunstancias y se han adecuado a las nuevas técnicas de producción, pero sobre todo han sabido encontrar lo más difícil, el punto justo de compatibilidad entre el cultivo y recogida artesanal de la uva y la aplicación posterior de tecnologías de vanguardia para su producción, manteniendo una calidad excepcional en todos sus caldos.
“Los vinos de Arbo, en sus distintas variedades, son el acompañamiento ideal para toda clase de platos. Por ello suponen un magnifico complemento a la cuidada gastronomía de la zona” – prosigue el alcalde.
Al igual que sucede con el propio municipio, ofrecen magníficos contrastes. Variedades como el caíño, brancello, espadeiro y pedral, dan como fruto un apetecible tinto. Albariño, Torrontés, Treixadura o Loureiro, brindan vinos blancos de exquisito paladar y delicada fragancia, monovarietales de albariño y polivarietales de albariño treixadura y loureira, que, al igual que sucede con los demás blancos de Denominación de Origen Rias Baixas, son secos, intensamente afrutados y con un retrogusto muy fino y prolongado.
La ribera del Miño y los viñedos configuran el paisaje y descubren una antigua historia; Pesqueiras y Viñas conviven desde hace siglos en una perfecta armonía natural, necesaria y complementaria. Entre el tiempo que transcurría entre armar y levantar la red en la captura del pez, los arbenses, aprendían a plantar, injertar, podar… las vides
“Nuestra gastronomía se completa con los mejores productos de la tierra y, por supuesto, con un buen vino. Cada final de verano, nuestras bodegas recogen la uva de forma artesanal. El enoturismo es uno de nuestros puntos fuertes. El visitante disfruta tanto observando la vendimia como catando un buen condado o Albariño” - manifiesta el regidor arbense. Horacio Gil
El enoturismo se vive en Arbo, y a través de las rutas guiadas por las bodegas, el visitante podrá conocer de primera mano, la labor tan interesante que realizan los bodegueros de este Municipio. Algunas de las bodegas, están situadas en antiguos pazos, casas señoriales….
En la visita, no pueden dejar de disfrutar del Enoturismo en Arbo: un turismo diferente, lleno de arraigo, cultura y tradición