Celebración ecuménica en Vigo por la Unidad de los Cristianos en el marco del Año Jubilar 2025
La concatedral-basílica de Santa María en Vigo acogerá el jueves 23 de enero, a las 20:00 horas, la tradicional celebración ecuménica organizada por la Iglesia Católica de Tui-Vigo, a través de su delegación de Ecumenismo y Relaciones Interconfesionales, con motivo del Octavario por la Unidad de los Cristianos.
El obispo de Tui-Vigo, Mons. Antonio Valín, presidirá el acto, acompañado por representantes de diversas confesiones cristianas —evangélicos, anglicanos y ortodoxos—. Esta celebración representa una valiosa oportunidad para fortalecer la unidad entre las diferentes comunidades eclesiales.
Este año, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos se enmarca en dos importantes acontecimientos: el Año Jubilar 2025 y la conmemoración de los 1.700 años del Concilio de Nicea. Este Concilio, celebrado en el año 325, proclamó la fe profesada en el Credo Niceno, un texto fundamental que une a los cristianos en la confesión del misterio de Dios uno y trino.
El delegado de Ecumenismo y Relaciones Interconfesionales, el padre capuchino Enrique García, expresó el deseo de «trabajar para que la esperanza del Jubileo se haga realidad a través de un compromiso efectivo por la unidad de los cristianos». Este compromiso se materializará mediante encuentros mensuales de oración y visitas a las sedes de otras confesiones.
Los obispos responsables de la Conferencia Episcopal Española han emitido un mensaje con motivo de este octavario, destacando la trascendencia del Concilio de Nicea. Subrayan que este Concilio «supuso un hito en la historia de la Iglesia porque configuró una herencia dogmática y litúrgica común en el credo que recitamos en los domingos y solemnidades en la santa misa, texto de convergencia de todas las Iglesias y comunidades eclesiales, cuya mejor comprensión y explicación catequética se ha convertido en un objetivo fundamental del Consejo Ecuménico de las Iglesias y de la Iglesia Católica en fraterna colaboración y empeño». Además, señalan que «hoy como siempre necesitamos un lenguaje común de la fe, sin el que será muy difícil salvar la unidad de fe de las Iglesias y la reconstrucción de la unidad visible de la una, santa y católica Iglesia».