A Lama guarda una joya: La iglesia de San Martiño de Verducido

El retablo lo preside el patrón, San Martiño de Tours.
Iglesia de Verducido.
Iglesia y casa rectoral.
Las torres son más recientes.
Grupo de estudiosos entrando en la iglesia.
El párroco, Gonzalo Domínguez, dirigió la visita guiada.
Los capiteles de las columnas de la entrada lateral llaman la atención.
El retablo principal.
El retablo fue restaurado hace 15 años
Toda la iglesia está hecha en piedra.
La bóbeda del crucero del altar mayor.
Detalle de las nervaduras en piedra.
El patrón de la iglesia parroquial, san Martín de Tours.
San Martíns de Tours con su significativa capa roja.
Imagen de la Santísima Virgen con el Niño de rasgos románicos mezclados ya con otros estilos.
San Martiño de Tours en piedra en una de las paredes laterales.
Talla de Santiago Apóstol peregrino.
Detalle de Santiago Apóstol peregrino.
Una bonita imagen de san Benito.
Cristo articulado que se utiliza para representar el desenclavo.
Uno de los santos.
Pila bautismal a la entrada del templo.
Pila bautismal probablemente de la primera iglesia en el exterior del templo.
Túmulo de un personaje de la realeza española con un pináculo símbolo de la masonería. El trabajo es de la escuela de José Cerviño, autor del cruceiro de Hío.

La iglesia actual es de 1736. Probablemente antes hubo otra en el mismo lugar. Desde 1500 ya era parroquia, y antes dependió de Barcia de Mera, Covelo. Esa riqueza y la superpoblación de la comarca explican el tamaño de este templo, construido íntegramente en piedra. El patrono es san Martiño de Tours. El retablo mayor fue restaurado hace 15 años y en él destaca la imagen de Santiago peregrino, de gran calidad.

 

En una hornacina de los laterales hay una imagen de la Virgen con el Niño de impronta románica, pero con otros rasgos posteriores. Como curiosidad, el párroco, que era natural de Verducido, Arturo, que permaneció al frente de la parroquia casi 50 años, les decía a los feligreses que era una pieza de gran valor, "un tesoro", y que debía estar escondida. En frente, en el otro lateral tiene una gran cruz sin crucificado que era utilizada en Semana Santa para representar el desenclavo de Jesucristo con un Cristo articulado que se guarda en una urna de cristal y que el párroco adelanta que se va a volver a representar el desenclavo.