El ejemplo de la nobleza lusa, Teresa y Enrique, viajando como peregrinos a Santiago
La parroquia (fegresia) de Correlhã, en Ponte de Lima, escenificó la peregrinación de D. Enrique y Doña Teresa a Santiago de Compostela. Toda la parroquia se implicó y lo hizo muy acertadamente. Era el primer año que incorporaban en el Dia da Correlhã la recreación histórica. Una parroquia con mucha identidad y que está atravesada por el Camino de Santiago.
La peregrinación jacobea desde Portugal, aunque ya existía en la Alta Edad Media, aumenta considerablemente a mediados siglo XII, cuando el país alcanza su independencia. Desde ese momento el culto jacobeo y las peregrinaciones a Compostela tuvieron en tierras lusitanas una destacada proyección. Durante siglos, una parte del pueblo portugués se echó a andar, en dirección a la tumba del apóstol Santiago, siendo partícipe de un fenómeno compartido por todo el viejo continente. Las motivaciones principales eran religiosas. A causa del ir y venir de personas por las viejas vías del occidente de la Península Ibérica, se ampliaron los cauces de intercambio cultural, económico y de pensamiento entre Portugal y el noroeste español.
Las hijas de Alfonso VI de Castilla y León, Urraca y Teresa, se casaron con dos nobles borgoñones, Raimundo de Borgoña y Enrique de Châlons, respectivamente. Urraca y Raimundo recibieron el título de condes de Galicia, mientras que Teresa y Enrique fueron nombrados condes de Portugal. El hijo de estos independizó el país, proclamándose rey de Portugal con el nombre de Alfonso Enríquez. Estas relaciones de parentesco entre reinos vecinos, características del equilibrio y alianzas de la geopolítica medieval, influirán también en el desarrollo de las peregrinaciones jacobeas.
El pueblo portugués continuó el ejemplo de los altos clérigos, de los nobles y de destacados miembros de su realeza, que viajaron como peregrinos a Santiago. Las célebres peregrinaciones de Isabel de Portugal -la Rainha Santa- en el siglo XIV forman parte de la conciencia colectiva portuguesa. No se sabe con certeza que itinerario siguió en 1325. La tradición apunta varios lugares de paso, como Águeda y Arrifada, situados al sur del río Duero. Al norte de Barcelos, en la serranía de São Gonzalo, hay un camino denominado Caminho da Rainha Santa.