Supeditados al esmalte y al fuego

Los Eloy Hernández, padre e hijo. Detrás, Reproducción del célebre Frontal de Silos, por los hermanos Hernández. Mide 85 x 240 cm. Vigo. Colección Familia Hernández.
Los Eloy Hernández, padre e hijo. Detrás, Reproducción del célebre Frontal de Silos, por los hermanos Hernández. Mide 85 x 240 cm. Vigo. Colección Familia Hernández.
Padre e hijo, ambos de nombre Eloy -santo patrono de los joyeros y orfebres-creen que la orfebrería es un mundo en transformación cuyo mercado está cambiando...
Eloy padre, con una memoria prodigiosa a sus 91 años, recuerda con nitidez los detalles de su vida.
Su hijo, Eloy, estudió Bellas Artes en Salamanca y sigue la tradición orfebre de la familia Hernández.
Padre e hijo contemplan La dama del Mantón, busto de cobre esmaltado. (72 cm de altura y 49 cm de anchura máxima. Obra realizada para ser enviada a la Exposición Internacional de París de 1937. Vigo. Colección Familia Hernández.
Eloy también pinta.
Eloy ante una de la vitrinas que guarda obras de su familia orfebre.
Un esmalte de un coro con su director con caras realizadas en marfil. Vigo. Colección familia Hernández.
Figuras de marfil. Vigo. Colección familia Hernández.

Ser orfebre es ejercer “un arte creador que requiere un oficio y una especialidad”, dice el padre. “Supeditarse al esmalte y al fuego”. Su hijo añade: “es ser un 'monje de medievo en el siglo XXI…aislarse…”.