El "barreirismo"
Su obra la defino como “barreirismo”, surge de una personalidad, de una inteligencia, de un manantial humano caudaloso en actitudes, pensamientos, sentimientos y criterios, que se conjugan en una conducta y que procuran una actitud inteligente y bondadosa. Como no podía ser de otra forma, sus logos emanan en el hombre y en sus circunstancias, de una vida huellada por otros saberes, adherida de sus visiones particulares, de sus presentimientos y emociones, de la admiración por la obra de los clásicos, de los impresionistas, de los rastros de París, Buenos Aires, Nueva York, Miami, de la influencia de su entorno inmediato..., y también de su formación técnica, espontánea, buscada.
En Barreiro hay un Velázquez, y un Cézanne, y un Matisse, y un Picasso, y un Lugrís, y un Laxeiro, y un anónimo joven pintor de la Place du Tertre en Montmarte; hay un Borges, y un García Márquez, y un Cela, y un Castroviejo, y un Cunqueiro...; hay música de Albinioni, letras de Carlos Gardel o de Cafrune, acordes de Paco de Lucía... y también el gaitero de Soutelo de Montes... Todos concurren en una personalidad excepcional para incorporarse en una obra absolutamente singular.