viernes. 29.03.2024

Un total de 58 agentes medioambientales adscritos a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda ya están prestando desde hoy el nuevo servicio de voluntariado en zonas rurales para garantizar la cobertura de las necesidades básicas de personas mayores o con algún tipo de discapacidad. Concretamente, hay 14 agentes disponibles en la provincia de A Coruña, 14 en la de Lugo, 16 en Ourense y 14 en Pontevedra.

Este programa, aprobado por el Consello da Xunta el 27 de marzo en el marco de las medidas que se están impulsando frente a la crisis del Covid-19, se lleva a cabo en coordinación y contacto directo con los servicios sociales de los ayuntamientos, que son los que conocen de primera mano las necesidades que pueden tener en el actual estado de alarma los colectivos más sensibles o que viven solos en el rural gallego.

De hecho, hoy mismo, el personal de la Consellería se puso en contacto con los alcaldes de los ayuntamientos de los distritos en los que actuarán estos efectivos, para reiterarles la disponibilidad de los mismos en las funciones de asistencia rural necesarias y detectadas por la Administración local; sobre todo en aquellos ayuntamientos de menos población. Las primeras tareas, realizadas desde la jornada de hoy, consistieron en labores de vigilancia para mantener el confinamiento.

Entre las tareas que asumen los agentes medioambientales participantes en esta iniciativa de voluntariado figuran la vigilancia y el contacto visual y telefónico con las personas mayores o con discapacidad que viven solas en zonas rurales poco pobladas o de difícil acceso. Se trata, en definitiva, de mantener un seguimiento de carácter social de aquellos colectivos más vulnerables y que viven aislados, con el fin de atender las posibles necesidades que surjan o detectar cambios en su estado de salud, tanto física como mental.

Así, los agentes acuden en su vehículo oficial a las viviendas de las personas que precisen de este tipo de ayuda o contactan con ellos veía telefónica. De este modo, se pretende ofrecer confianza y tranquilidad a las personas aisladas, conocer de primera mano cómo se encuentran y sobre todo, reportar información fiable y de interés para los servicios sociales municipales sobre el estado de sus vecinos.

Asimismo, los efectivos adheridos al programa también pueden llevar a cabo actuaciones de vigilancia en los caminos rurales y en espacios naturales, fundamentalmente incluidos en Red Natura, para hacer cumplir las medidas de confinamiento decretadas por el estado de alarma. En caso de que observen algún incumplimiento, realizarán la correspondiente denuncia.

La prestación de estos trabajos voluntarios, en todo caso, quedará supeditada a la realización de cualquiera de los servicios esenciales propios de las funciones que tiene atribuidas en exclusiva el colectivo de los agentes medioambientales.


En la actualidad, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda dispone de 146 agentes medioambientales repartidos por diferentes distritos y zonas, con los que se abarca la totalidad del rural gallego. La adhesión a este programa de apoyo social es voluntaria aunque en atención a la seguridad y a la salud de los trabajadores, no pueden participar en el mismo ni prestar los servicios esenciales propios de su trabajo el personal considerado vulnerable frente al coronavirus.

En este sentido, quedan fuera del programa de voluntariado los agentes medioambientales mayores de 60 años, y aquellas personas diagnosticadas de hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodeficiencias o las embarazadas por el principio de precaución.

Agentes medioambientales, voluntarios en el rural