sábado. 20.04.2024

La situación en el Líbano está cada vez más candente.  Ya van más de dos meses de protestas, cada vez más violentas. Los periodistas que las cubren son blanco de las iras de los manifestantes. Recientemente el enfrentamiento se produjo por un vídeo, presumiblemente realizado por el movimiento suní, que muestra la contundencia de las Fuerzas de Seguridad, contra los manifestantes. Curiosamente son los manifestantes quienes ven vulnerados sus derechos, con la emisión de este vídeo.

    ¿Pero quién está detrás de estos manifestantes? Dos movimientos armados, el grupo chií Hezbollah, de Sayyed Nasrala y su aliado el grupo cristiano Amal de Michel Aoun.

    Todo comenzó con acusaciones de corrupción del gobierno. Esto llevó a que, el Primer Ministro Saa Hariri, pidiese la dimisión, algo que ya en su larga trayectoria política, hizo más veces, como si fuese un peón de "quita y pon", pero esto demuestra que cualquier excusa le vale para  desestabilizar el país.

    Esta división real de dos bloques, el 8 de marzo y el 5 de marzo, está tomando un giro cada vez más violento. Es una chispa sobre un barril de dinamita que en cualquier momento puede estallar. Si eso ocurriera, Líbano se enfrentaría a su tercera guerra civil.

    Mientras tanto, la FINUL (siglas en inglés de UNIFIL), no puede hacer nada. Este conflicto no está enmarcado en la Resolución 1701 de Naciones Unidas por la que se autorizó el despliegue de las fuerzas internacionales. Por ello están desplegados al Sur del río Lítani. Aunque este conflicto empieza a afectar a varias ciudades, el foco del iceberg está  localizado en la capital del país, Beirut.

José V. Moure Rivera

¿Camina Líbano hacia su tercera guerra civil?