viernes. 29.03.2024

Tres importantes analistas políticas y periodistas hicieron autocrítica en la profesión periodística sobre Comunicación e Igualdad, en especial sobre la violencia machista. Anabel Díaz, Esther Esteban y Esther Jaén formaron un trío de lujo para dilucidar cómo se trata la violencia machista. En su presentación, Fernando Macías, de la Asociación de Periodistas de Galicia, APG, las definió como “plurigenéricas” por el dominio de varios géneros periodísticos.


Anabel Díaz observa cierto “retroceso en todo el entramado” del combate contra el machismo. Lo atribuyó esta analista a que “actuamos con compartimentos estancos” en las instituciones. Para Díaz lo que hay que hacer es “algo transversal e integral”. Descargó de la culpa a los periodistas y la atribuyó “a los que rigen la información, las empresas periodísticas”.
Por su parte, la periodista Esther Esteban señaló al partido político Vox que “quiere romper el contexto”, cuando ya había calado en la sociedad aquello de ‘Ni una más’. Un contexto, subrayó, que, además, se creó con la unanimidad de todos los partidos políticos.

Esther Jaén ofreció datos de cómo la mujer, en el global, aparece tan solo en un 28%, dejando el resto para los varones. Y criticó, como índice de esta discriminación, la escasa aparición de la mujer (9%) como expertas en noticias y, en cambio, el 51% de aparición de la mujer en sucesos y actos de violencia. Además, afirmó que la Justicia tiene que ser el último recurso.
Las tres periodistas creen que hay cierto retroceso en esta igualdad entre la gente joven. “Estamos en un proceso de involución con los jóvenes” y defendió que los medios de comunicación revisen la programación como se hizo en su día con los horarios en los que los niños ven la televisión, la programación infantil.

MAGISTRADO

Con anterioridad, el magistrado de la Audiencia Provincial y ex titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de A Coruña, Miguel Filgueira Bouza, intervino sobre si la visibilidad mediática de la violencia de género alivia o fomenta el maltrato. Fue presentado por Alfonso Riveiro, directivo de la APG. Expuso varias opiniones de expertos, a favor y en contra. “No es responsabilidad de los medios de comunicación pero los medios no están libres de responsabilidad”, sentenció.

Filgueira se mostró partidario de aumentar las dotaciones de juzgados en primera instancia y agilizar el trámite a 2 o 3 días de intervención.

Recomendó a los profesionales acudir a los protocolos para tener claro el tratamiento de las noticias. Para Filgueira, es necesario “no fiar todo al derecho penal, que debe ser el último recurso”. Sobre la presunción de inocencia, el magistrado dijo que es “un mal necesario que hay que asumir”. Observó cómo una mujer “pierde sus cualidades” en el tiempo que dura un proceso y propuso poner en marcha otras medidas hasta que se llegue finalmente al proceso penal. Añadió que la “inadecuación” de la respuesta penal que castiga el delito pero no lo soluciona. Otro de los temas que abordó en el coloquio fueron las falsas denuncias.

El tercer debate se centró en la construcción de una comunicación no sexista: o el papel de las universidades. Rita Radl Philipp, coordinadora del máster-doctorado: Igualdad, Género y Educación (USC), cree que los medios “inducen a hábitos”, “silencian voces” y hacen “una representación falseada de la realidad”. Especialmente culpó a las televisiones, redes sociales y medios tecnológicos. Calificó, en varias ocasiones, de “comportamientos androcéntricos” en los medios de comunicación el tratamiento de la mujer. Junto a ella intervinieron Teresa Piñeiro, directora del Centro de Estudios de Género y Feministas, CEXeF, de la Universidad de A Coruña, y Águeda Gómez, responsable de la oficina de Igualdad de Género de la Universidad de Vigo. El debate fue moderado por Octavio Rodríguez, directivo de la APG.


Para terminar, la secretaria general de Igualdad, Susana López Abella, expuso las medidas que desde la Xunta se están llevando a cabo.


El Congreso terminó con la lectura de las conclusiones que leyó la coordinadora María Méndez, tras lo cual el presidente de la Asociación de Periodistas de Galicia, APG, Arturo Maneiro, clausuró el Congreso.

CONGRESO “MEDIOS DE COMUNICACIÓN E IGUALDADE: UNHA MIRADA CRÍTICA AO TRATAMENTO DA VIOLENCIA MACHISTA”

CONCLUSIÓNS

  • Xerar un observatorio con participación de medios de comunicación, administración e universidades, para analizar e medir o impacto do labor informativo no tratamento da violencia de xénero e formular recomendacións de ser necesario.
  • Valórase positivamente a celebración deste Congreso e hai unanimidade para demandar máis espazos profesionais destas características, para a reflexión e posta en común sobre xénero e
    violencia machista, con foros de carácter integral e transversal.
  • Detéctase un déficit de especialización e formación en perspectiva de xénero, a pesar do cal, a posición dos medios é moi activa e comprometida na loita contra a violencia machista.
  • A igualdade e a perspectiva de xénero deben ser incorporadas de forma transversal na liña editorial dos medios de comunicación, de xeito que se extenda a todas as seccións, informativos e programas.
  • Os medios de comunicación públicos deben ser punta de lanza na causa da igualdade, para servir de referente e abrir paso aos medios privados.
  • A escasa presenza de mulleres en postos de toma de decisión nas empresas xornalísticas sigue sendo un obstáculo para un avance cualitativo, non tanto cuantitativo, da igualdade.
  • A conciliación é un factor determinante que condiciona e limita o papel da muller nos medios.
  • Algúns medios xa aplican decálogos e códigos de boas prácticas para un tratamento periodístico eficaz e idóneo da violencia de xénero.
  • Proponse a elaboración dun código de boas prácticas para a súa consulta polos medios de comunicación de Galicia.
  • Algúns medios xa incorporan a figura de corresponsal de xénero e igualdade.
  • Os medios, amais de informar, tamén han de contribuir a crear conciencia social sobre esta lacra.
  • A violencia de xénero non pode ser tratada informativamente como un suceso.
  • Hai que evitar enfoques amarillistas e sensacionalistas, usar a terminoloxía e os recursos gráficos adecuados e contextualizar os feitos.
  • Alértase de titulares moi sensacionalistas nas redes sociais.
  • Non só hai que contar o ocurrido nos casos de violencia de xénero, senón analizar a súa orixe e evidenciar a desigualdade estructural que os provoca.
  • Os medios deben intensificar o foco informativo sobre o maltratador -pero sen convertilo nun personaxe, porque os personaxes se imitan-, sobre os xuízos e as sentenzas que se impoñen.
  • As informacións de violencia de xénero deben abordarse con máis formación e máis tempo e sería desexable contar cunha axenda de persoas expertas a disposición dos xornalistas, para
    favorecer unha análise reposada e sen sesgos.
  • Os novos soportes, con redaccións máis novas e máis proclives a consultar novas fontes feministas, introducen de manera natural a perspectiva de xénero e axudan a romper estereotipos.
  • As universidades detectan certa resistencia á inclusión da perspectiva de xénero, que é necesario facer extensiva a todas as titulacións, á docencia e á investigación.

Medios de comuniación e instituciones públicas proponen las líneas de información...